Estas líneas no son imparciales ni objetivas, ni pueden serlo ni intento que lo sean, empezando, por mi condición de servidor público municipal y amigo del que manda, a veces acertadamente y otras, no tanto, como todos, como siempre y como en todos lados. Sin embargo, dada mi condición de ciudadano común, mas no corriente y de a pie; nativo y vivido en la Isla casi 47 ininterrumpidos años y de hacer y decir lo que me da mi humilde (y modesto) punto de vista, quiero hacer unas breves reflexiones en torno a lo que está aconteciendo en la Isla más poblada y rica del país en torno a las condiciones meteorológicas que están afectando a gran parte del territorio nacional y, a las deplorables y cíclicas condiciones de las calles.
Quienes
hemos sufrido los embates de la naturaleza desde el siempre mal recordado ciclón
Brenda, allá en los principios de los años 70s del siglo pasado, cuando los
veneros del petróleo no llegaban y las calles de la Isla eran de arena blanca,
nido de olas y palmeras borrachas de sol. Población con sentido de pertenencia,
solidaria y hermanada que no obstante las diferencias sociales, vivía un ambiente
de familia y de respeto, no acontecía lo de ahora en las redes sociales (claro,
ni imaginar que hubieran en aquellos años), en donde todo mundo se da gusto
manifestando sus “expertos” conocimientos en meteorología, ingeniería, desagües,
baches, etcétera, etcétera.
La construcción
anárquica de edificios y casas que bloquearon las salidas naturales de las
manifestaciones pluviales, aunado a las numerosas invasiones, en muchas
ocasiones, propiciadas por políticos de la capital del Estado y sus rémoras perjuros
de la localidad; un crecimiento sin planeación y muchos gobiernos, tanto
estatales como municipales, sin la menor intención de corregir el rumbo, ha
dado como consecuencia, los enormes encharcamientos que hoy se producen en cada
aguacero, frente frio, norte, huracán o como usted le quiera llamar, en toda la
ciudad “urbanizada”.
Vivimos en
un lugar en el que estamos a menos de un metro del nivel del mar; el manto friático
a flor de piel y sin desagües con la tecnología al nivel del lugar en donde coexistimos,
cíclicamente tenemos el problema de los baches, en algunas ocasiones,
verdaderos cráteres que podrían servir como pozos de perforación petrolífera;
el cambio climático, que es culpa y responsabilidad de todos quienes osamos
nombrarnos humanos; la apatía (otra vez) de quienes nos han gobernado en sus
tres ámbitos de gobierno, al no invertir para implementar medidas preventivas y
correctivas amalgamado a la inconsciencia social de quienes a diario tiran la
basura donde se les pega el forro de los huesos, da como consecuencia lo que hoy
padecemos TODOS. Los de a pie y los de a carro.
Quiero compartir
lo que he percibido en los últimos días en las redes sociales, principalmente en
el Facebook, donde han hecho el villano favorito de sus frustraciones o
desviaciones de cualquier índole, al actual Presidente Municipal, Enrique Iván González
López, a quien muchos, nativos y no, conocemos desde su niñez y al que podremos
acusar de lo que usted quiera, menos de ser un incompetente, un irresponsable o
un deshumanizado y, al cual, en un
linchamiento que no se vio ni cuando Opal y Roxana devastaron, incomunicaron y
partieron, literalmente a la Isla en dos, se manifestó, y han pretendido
culparlo de todos los males, digo, Tlaloc, estoy seguro que no lo es, y
descargan lo que he llamado la ira de los
imbéciles sin tomar en consideración las condiciones en que inició su administración
y la situación política que ha tenido que apechugar, porque el que se mete a
esta actividad, a tragar sapos debe de aprender.
En resumen,
la voluntad existe; Los recursos, tanto materiales, humanos y económicos, están
y solo nos queda confiar en que, tal y como lo ha señalado tanto él, como
el titular del ejecutivo estatal, Fernando Ortega Bernés , la prioridad para
este 2014 será darle al Carmen la honesta aplicación de los recursos en calles
y obras que hagan de nuestra Ciudad, un lugar mejor y más digno donde vivir.
Concluyo
con lo siguiente, que aclaro, es de autor anónimo y el saco al que le quede,
pues que se lo ponga: “¿Qué es un imbécil? Alguien
incapaz de pensar por sí mismo, pero capaz de usar el hierro, el fuego y los
gases que han inventado otros en todas las perversiones posibles. También se
les distingue por su resentimiento paciente y vigilante, que "dispersa su semilla
a los cuatro vientos".
En general, "es un ser de costumbres e ideas preconcebidas. Si se le saca de su ambiente, guarda entre sus dos valvas fuertemente apretadas el agua del charco que lo ha alimentado".
“El pronóstico es que la ira de los imbéciles llenará el mundo. Buscando redención a sus miserias no dejarán piedra sobre piedra. Porque la pasión del imbécil es la redención. Lo que pasa es que habitualmente la confunde con el genocidio de los demás, a los que redime tanto si les gusta como si no”.
En general, "es un ser de costumbres e ideas preconcebidas. Si se le saca de su ambiente, guarda entre sus dos valvas fuertemente apretadas el agua del charco que lo ha alimentado".
“El pronóstico es que la ira de los imbéciles llenará el mundo. Buscando redención a sus miserias no dejarán piedra sobre piedra. Porque la pasión del imbécil es la redención. Lo que pasa es que habitualmente la confunde con el genocidio de los demás, a los que redime tanto si les gusta como si no”.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarcuales son las calles que se muestran en las fotos?
ResponderEliminargracias