En nuestro país, poder ser candidato a un puesto de elección
popular no resulta nada fácil tomando en consideración que existe una
partidocracia que actúa cual franquicia transnacional, con reglas, normas y
cánones no siempre diáfanos ni pulcros. Antes que nada, depende de que partido
quiera usted ser aspirante por que no es
lo mismo serlo del tricolor o del blanquiazul, mucho menos de los amarillos o
de las rémoras parásitas ecologistas o magisteriales. Sin embargo, aquí daremos
algunas sugerencias que le pueden ser de utilidad en su afán de “servir” a la
gente.
Respetando atavismos, en el tricolor para lograr alguna
candidatura, lo primero que se requiere es contar con la simpatía, confianza o
interés del primer priista de la comarca. Que el Gran Elector tenga algún
proyecto definido para el suspirante y que encaje en su esquema de gobierno o
de su cuadrilla política. Desde luego, también es importante contar con Apellidos
de Abolengo toda vez que si el fiel de la balanza manifiesta problemas de
origen, el linaje lo viste y calma una que otra minusvalía emocional.
No podemos omitir que es indispensable ser disciplinado o
sumiso, no manifestar abiertamente sus verdaderas ideas o inteligencia, decir
que si a todo lo que los lideres o gobernantes del partido digan y hacer resonancia de sus posibles logros, al
igual que seguir fielmente las directrices emanadas por los antes mencionados.
Pecado mortal y pérdida de alguna eventual candidatura sería contradecirlos
públicamente o en privado, recuerden que abundan los que todo lo escuchan, lo
cuentan, distorsionan y de esta forma pretenden congraciarse con los
detentadores del poder. Así que si usted suspira por alguna candidatura,
cuídese de lo que habla y delante de quien lo hace. Los orejas, dicho
coloquialmente, pueden ser los que usted considera sus fieles confidentes.
Seguimos con los ex tricolores, ahora en plena metamorfosis a
colorados. Si usted ha pasado con palomita lo antes señalado, no estaría de más
contar con el visto bueno del grupo que rodea al Gran Elector. Esos que le
hablan al oído y que ponen como muñecos de cuerda a más de uno en sus sueños
guajiros de querer llegar a ocupar una curul. Cada vez que pueda, adúlelos,
dígales que son los más bonitos, inteligentes y simpáticos de la faz de la
tierra y ponga cara de hipnotizado cuando le hablen. Tómese fotos con ellos
desde el celular y súbalos de inmediato a las redes sociales para dar la
percepción de amistad o incluso, intimidad. Créame que más de uno lo dará por
hecho, le pondrán “me gusta” y le dejaran un comentario halagador.
Si pertenece o no al partido es lo de menos, cuando se quiere
posicionar a alguien y proyectarlo a algún cargo popular, se lo indican sin
comprometerse pero si con la suficiente fuerza para darle rienda suelta a las
eyaculaciones mentales y les sugieren que gasten su dinero en despensas,
laminas de cartón, sillas de ruedas y todo aquello que la gente de ínfimos
recursos, necesita y agradecerá cual bendición divina. Desde luego, como dice
el adagio “hay que cacaraquear el huevo”, reparta embutes para que su
“desinteresada generosidad” llegue a los votantes y de esta manera, se le forme
una imagen celestial y magnánima.
En el supuesto que no haya terminado ni la primaria, no
importa, osténtese como licenciado, ingeniero, arquitecto o doctor , total, no
estaría mintiendo ya que licencia de manejar si debe de tener, ingenioso
también puede ser, arquitecto de su propio destino todos somos y el doctorado
puede ser en ciencias ocultas, ése lo da la vida diaria, no la universidad.
Por cuestiones de espacio ponemos punto y aparte a los
colorados y continuamos con este prontuario para aspirantes a una curul con los
blanquiazules, ésos que fueron buenos como oposición pero un desastre como
gobierno. Pues bien, si usted no cuenta con una abultada cuenta en el banco ni
su progenitor es o ha sido Senador, Diputado Federal o Alcalde de pueblo de
provincia , no continué leyendo y sáltese a cuando toque el tema a los
amarillos.
Ahora bien, si usted es un junior o tiene el suficiente
recurso económico la cosa es más sencilla: reúnase con los que los colorados no
incorporaron o expulsaron de su agrupación. Critique todo lo que estos hagan,
no ofrezcan soluciones ni es necesario que manifiesten conocimientos de los
problemas sociales, con que critiquen que falta un foco en su calle o que el
camión recolector no paso por la basura de la casa es suficiente. Tampoco se
requiere ser inteligente, culto o talentoso, billete mata todo lo anterior.
Después de que lo hayan aceptado en la elite, contrate a
alguna empresa de imagen - las hay caras y prestigiadas y también marca
“patito”- mande a hacer mantas, pendones, lonas, pinta de bardas,
calcomanías etc. con su imagen retocada
(la foto, aclaro) e infecte calles y
avenidas con su retrato que lleve alguna frase populachera y pegajosa. Fusílele
lo descrito anteriormente en el sentido de convertirse en moderno Santa Claus y
regale cosas baratas pero útiles a la gente necesitada, desde luego, la
posterior foto en los medios de comunicación es primordial.
Contamine auditivamente a la población con perifoneo hablando
de que usted es un adalid de la democracia y generoso ciudadano cuyo único afán
de incorporarse a la política es el de servir a sus semejantes. Es importante
también ser católico a ultranza, de esos que pecan de lunes a sábado pero los
domingos comulgan y lavan sus pecados y asunto arreglado. Una vez que ya este
en el ánimo de la población, contrate empresas encuestadoras, con prestigio o
patito, recuerde que el que paga manda por lo que sin duda, lo harán ser el
mejor candidato al puesto anhelado.
Por último, si quiere ser candidato de los amarillos ahí si
lamento no poder darle sugerencia alguna. Es un galimatías que no acabo de entender por más neuronas que
le meto. Me refiero, desde luego, a lo que tengo a mi alcance analizar, en el
estado de Campeche, una cofradía
agenciada a un sujeto al que apodan el árabe maya y que haría palidecer al
mismísimo Alí Baba y, a nivel nacional, tribus amorosos en épocas electorales
que se dan más puñaladas que las que le metieron a Cesar.
Y ya para finalizar a los partidos rémoras, panal y verde,
ahí solo se requiere seguir los designios de sus propietarios, al pie de la letra,
ser comparsa de los colorados o blanquiazules, según la conveniencia de la
maistra o el niño verde y con eso ya estará usted en vías de ocupar una mullida
silla en el congreso o cabildo, desde luego, con su respectiva y generosa dieta
económica y de ahí, a sacrificarse por los que menos tienen, durante tres o seis años para nuevamente, treparse al
trapecio político y repetir la fórmula.
¿Sencillo verdad, amable lector?
La patria es primero.
Excelente nota
ResponderEliminarFelicidades por la nota una excelente nota digna del premio estatal, le mando una gran saludo Sr. Jesus espero pronto poder verlos a todos
ResponderEliminarMAX, GRACIAS POR TU COMENTARIO Y POR ACA TIENES TU CASA Y TE ESPERAMOS. CUIDATE MUCHO.
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