En mis lejanos años de la parvulez, recuerdo con nostalgia
las calles de arena blanca y el nido de olas, que como que se medio agitaba o
literalmente, se zarandeaba con bastante enjundia, más o menos, similar a la
que le ponen los chavos al bailar el erótico baile llamado el “perreo”, cuando
pasaba por el golfo de México, en concreto, cercano a nuestra amada isla del
Carmen algún huracán, ciclón, tormenta,
lluvia intensa o “norte” que era el apelativo que la población le daba en
general.
Como olvidar al Brenda, allá por los años 70 s del siglo
pasado, cuando los meteorólogos indicaban que azotaría con mayor fuerza en la
isla y muchos se fueron a refugiar al municipio de frontera, tabasco y menuda
sorpresa se llevaron los paisanos al devastar inmuebles y gran parte de la
flora tropical del hermano sitio. Mientras tanto en la isla, de un fuerte aguacero no paso con
sus respectivas calles encharcadas, árboles caídos, corte de energía eléctrica
etcétera, pero, con la venia, diría la grey católica, de la Virgen del Carmen,
nada que lamentar.
Como chamacos que éramos, algunos aprovechábamos el
torrencial aguacero para salir y sentir los embates de la madre naturaleza
gozando, tal vez inconscientemente, el momento y así pasaba, año con año hasta
antes de la llegada imprevista de Petróleos Mexicanos, y para albergar a sus
trabajadores se construyeron edificios y casas, cerrando las salidas naturales del agua, amén
de tomar una serie de previsiones, dado el desarrollo laboral que se genera en
la zona marina, sitio donde conviven más de 5 mil personas, aproximadamente,
quienes con su esfuerzo y dedicación, son el soporte económico del país.
Ya en los 90s, la llegada de los huracanes Opal y Roxana
devastaron a la isla, que para su mala fortuna, el segundo huracán nos azoto
dos veces. Cuenta un paisano avecinado en la capital del Estado que fue como
consecuencia que los integrantes del comité de protección civil estatal, pidieron
a la población que saliera al kilométrico malecón y soplaran para que se
alejara de nuestras costas, solo que como dicen que los campechanos todo lo
hacemos al revés, los San Franciscanos lo hicieron succionando el aire hacia
dentro con la consecuencia que el Rosana volvió con más fuerza y termino su
fechoría, misma, por cierto, que sirvió, para que un trío de funcionarios
municipales carmelitas del más alto nivel, al que luego apodarían el grupo
“ladrón”, se despachara con la cuchara grande y metiera facturas y gastos casi
mayores a los ocasionados hace unos años en nuevo Orleans, engrosando sus
cuentas de forma desorbítante y el día de hoy, son millonarios, dos de ellos,
en dólares. Digo, el fondo de contingencias para estas cuestiones había que
justificarlo.
Pues bien, el meollo de este asunto o la medula del hueso,
digo, para meterle sentido coloquial a estas líneas, es la sorpresa que con la
llegada del huracán Ernesto, las autoridades de los tres niveles, haciendo uso
de decisiones colegiadas por el comité de protección civil respectivo, decretaron
alerta roja a la tormenta tropical
llamada Ernesto, suspensión de labores burocráticas, ley seca y ahí es donde la
puerca tuerce el rabo: ¿en que afecta que se pueda uno tomar un vinito
aderezado con una rica botana compuestas con quesos, surimis, jamones ahumados
o ya de perdida, charritos y chicharrones campechanos, orgullo de los productos
de exportación estatales?
Ahí vez a la gente, haciendo compras de pánico abarrotando
los supers, aun el boicoteado por su papel en la pasada elección presidencial;
las atiborradas gasolineras atendiendo enormes filas de automovilistas quienes
suponían que un tsunami se aproximaba, uno que otro medio electrónico se
encargo de generar en algunas familias, un estado anímico de pánico cuando no
debió de pasar de prevención.
Mientras tanto, los aguerridos petroleros continúan en las
plataformas marinas desarrollando su labor, no hubo evacuación en esta ocasión,
y, muchos de ellos, están confundidos y preocupados por la información que les
llega. Cabe mencionar que estas líneas se refieren únicamente a lo respectivo
en la isla y no en los otros municipios, sitios en donde, aun no llega la
grandeza gubernamental acompañada con la tecnología respectiva, el embate de
Neto si está haciendo estragos que, este humilde escribiente, emulo de los de
los portales de santo domingo, desea que el daño sea menor, que los fondos de
contingencia se apliquen honestamente y no exista pérdidas humanas que
lamentar.
Por último, ante la falta de la respectiva coordinación
policiaca, los malos de malolandia, diría, Jairo Calixto Albarran, ya hicieron
de las suyas y asaltaron una institución bancaria justo enfrente de las
oficinas centrales de PEMEX. Bueno, algún detallito se les tenía que escapar a
nuestros liberales y heroicos patriotas que nacieron a orillas del mar. Y ahora
sí, el ultimo chorrito: no pierda contacto con las redes sociales que ha
generado más comunicadores que los que cubrieron las elecciones y los juegos Olímpicos.
¡AGUAS CON EL FONDO DE
CONTINGENCIAS!
Para el ciudadano, que tiene una buena vivienda,con todos los servicios y uno que otro extra, como planta portatil de energia, en pocas palabras un bunker, ernesto y todos los huracanes les hacen los mandados, pero el ciudadano que apenas tiene un tinglado para vivir, a ese se lo lleva la chingada,primero porque no quiere abandonar sus´pocas pertenencias, que con mucho trabajo ha adquirido,segundo verdaderamente hay un plan de respuestas a emergencias,se lo aplica proteccion civil, llegan las ayudas a los mas necesitados,o ahora y despues del paso del meteoro, todo mundo se inundo, y requiere de la ayuda gubernamental o federal, cuando en su momento del (chubasco)los primeros que mencione al principio, se daban su agasajo con chocolate caliente, otras botanas y oliendose sus flatulencias,en el momento de redactar estas lineas, palpe los azotes de las rafagas de vientos,y una lluvia persistente, porque el fenomeno natural se centro en nuestro municipio.
ResponderEliminarojala que la ayuda sea canalizada adecuadamente y a los verdaderos necesitados, no vaya ser cuando llego opal y roxana, llego muchisima ayuda del pais y del extranjero, hasta con ropa de calidad. que al chico rato se pudo ver venta de ropa de bazar por todos lados,he visto a traves como señalabas chuchin muchos ciclones, gracias a dios que neto, no alcanzo la categoria 5 en la escala safir sipson,la mas alta para los metereologos,por que ni con lupa nos van encontrar,saludos lic.