Los cambios en la política trianual
en todos los municipios de nuestro país genera incertidumbre, desconcierto,
confusión y angustias que se pueden manifestar de diversas formas, las más
comunes: diarreas crónicas, ansiedad, exceso en el uso de pasiflorina o
tranquilizantes y esto ocurre, tanto en los que se van como en los que tengan
alguna posibilidad de llegar a la nueva estructura gubernamental y aplica lo mismo para los que dejan puestos
de primer nivel como hasta el más modesto afanador, los del adiós y los de la
buenaventura.
El tiempo de la transición, es decir,
en el que ya existen dos Presidentes Municipales, el que se va y el electo,
aparentemente se convierte en una calma similar a la que ocurre cuando se está
en el ojo del huracán toda vez que después vendrá el temporal con mayor fuerza
y arrastrará a la gran mayoría de los que ya bailaron, a la triste banca, esa,
la que nos vuelve a la realidad, a la condición de simples mortales, comunes y corrientes
y, a los que llegan, a disfrutar las mieles del carnaval cargado de adicción de
la política rupestre de provincia.
Desde mi butaca en gayola y sin más
línea que la que dictan mis escasas, pero suficientes neuronas, haré unos
breves comentarios de los que se van y de los que llegan, sin omitir, desde
luego, los que quieren repetir, aunque sea con Bicarbonato. Iniciando con los
que se van, imagina usted, amable lector, lo difícil que debe ser, tal y como
lo señala el tango: “sentir la tristeza de haber sido y el dolor de ya no ser”;
¿acostumbrarse de nuevo a lo de antes, a tener que trabajar, literalmente
hablando para poder subsistir? Desde luego que esto no aplica para aquellos que
fueron precavidos, ahorrativos o simplemente mano largas con el dinero público.
Mas la adicción por las primeras filas, los presídium, el escuchar los aplausos
cuando mencionan nuestro nombre en eventos públicos, la compañía de los amigos
de ocasión e interés, las entrevistas, las fotos en los medios de comunicación,
el saludo y la palmada en la espalda de los poderosos y que todavía seguirán
bailando, todo eso, amable y consecuente lector, cuando se deja de tener, pega
hasta la medula y el ego, la vanidad y el autoestima se van por los suelos.
Lo acepto, observo con cierta picardía
mezclada con morbo, la falsa seguridad que quieren manifestar en público los
que tiraron los voladores más grandes y quienes ahora tendrán que recoger sus
varas o el repudio de quienes se sintieron sus amigos antes de y que nunca se
lo manifestaron en donde se revela la amistad sincera de la política: la
nomina. Ahora andan en su gira del adiós asistiendo a todo evento público, sea
este político, cultural, social o hasta funeral no obstante no hayan conocido
al difunto. De lo que se trata es de estar presente, de seguir siendo el
resplandor del evento aunque su luz ya no tenga potencia, aunque su brillo ya
no tenga más color que el grisáceo del
rechazo, aun poco disimulado, después de la última quincena, con toda la
contundencia de la evidencia. Remato con la frase del poeta de la música,
Serrat “nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”.
Por otra parte y en cuanto a los que
quieren subirse en el nuevo tren
trianual revolucionario, , hay tantos, podríamos decir, cientos sin exagerar,
que están a la espera de la llamada telefónica, vaya, aunque sea un democrático
mensaje de celular o ya de perdida, un cerrón de ojo del Presidente Municipal
electo. Con eso se conformarían para seguir alimentando la ilusión de creer que
a partir del primero de octubre pasaran a mejor vida: a puestos de primer
nivel, o de segundo, o de tercero, lo importante es estar, disfrutar de ser de
los que mandan, aunque sea a los perros callejeros.
Hay quienes estuvieron en campaña y
aunque cobraron por sus servicios se sienten coparticipes del carisma que llevo
al triunfo electoral de quien los invito, o contrato, a apoyarlo en busca del
voto popular, estos, son los más desesperados, sobre todo, si no hay escuchado
las palabras mayores, esa que dichas por el Presidente son similares a las
pronunciadas por modernos semidioses.
No podemos omitir a quienes de una u
otra forma, ya sea la relación de amistad, de haber participado en el proyecto
antes de que este cuajará o por el
simple hecho de ser su conocido de saludos, por tutearlo y permitirse bromear
con él y hasta llamarlo por su apodo, ya se siente con todo el derecho a ser
emplazado. El adagio bíblico señala que muchos serán los convocados pero pocos los elegidos y esto aplica también. No podemos omitir la innumerable cantidad
de compromisos adquiridos en el itinerario de su propósito y de igual forma,
las recomendaciones u imposiciones que será objeto por parte de quienes en
verdad le ayudaron a llegar al lugar que
ocupará a partir del primero de octubre, las cuales pesan más que haber tenido
diez de calificación en eficiencia y eficacia curricular.
Estarán a la diestra y siniestra del
preciso quienes estén en su ánimo, quienes le hayan mostrado lealtad hasta la
ignominia. Aquellos que le sirvan en su propósito de trascender en la historia
de su pueblo, de su municipio, de la tierra que lo vio nacer y la de los suyos.
Infantil sería creer que no hay una siguiente meta, político que no aspira,
expira, por lo que puedan ser un lastre para la siguiente estación, tendrán que
conformarse con estar a la periferia del grupo de poder, sea esta la nomina, el
sobre color manila, obras o contratos públicos o ya muy jodido, el saludo benevolente
del que manda y pequeños favores o gestiones de quienes lo acompañaran ¿los
tres años? Lo dudo en relación a la mayoría, el tiempo que sean útiles, no se
enreden de más o no estorben.
En cuanto a los que quieren repetir,
dan pena ajena verlos buscar la mirada y el saludo de a quienes hace tres años
ignoraban y le volteaban la cara. Ahora, hasta con la servidumbre o cercanos del Preciso
quieren quedar bien, los buscan, les invitan cafés y desayunos y en más de un
caso, hasta buenas viandas y licores. Es triste y genera desosiego dejar de
estar en la nomina pero peor aun es, estar boletinado por el que manda,
pertenecer al triste pelotón de los apestados, de los que fueron y ya no son,
de los que tuvieron a la mano ayudar a su comunidad y solo procuraron el bienestar
de la familia, de la suya, desde luego y mientras tanto, tic tac tic tac, las
manecillas del reloj avanzar sin cesar y las tres quincenas, pronto serán dos,
luego una y entonces, el sueño habrá terminado para unos e iniciado para
otros. Esta es la realidad de Política
domestica en la provincia mexicana.
EEEEXELENTE MAESTRO LA REALIDAD ES CRUDA PERO MAS DOLOROSA LA CARGA QUE VIENE CON ELLA ASI ES ANIMOOOO MI LIC SALUDOTES Y FELICIDADES EN SU DIA ATTE Germias Arias Jimenez
ResponderEliminarEsa es la triste realidad,que creen que el estar en una posicion del gobierno, es eterno, nada es eterno,ni el saludo que de algunos del antes de, lo tenias,y estando en el puesto ni te saludaban como si fueran, super dioses,la ley de issac, todo lo que sube ,baja, ahora querran volverte a saludar,pero notaran la diferencia del saludo gélido,y por los que vienen que se pongan a trabajar y a canalizar bien los impuestos, de juan pueblo,y dentro de tres años daremos la opinion correspondiente saludos
ResponderEliminarexcelente articulo¡... me recuerda a los libros de Luis Spota, donde se narran las componendas del poder y el terror que causa vivir fuera del presupuesto jeje.
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