sábado, 26 de octubre de 2013

CARTA A MI MADRE

He pensado mucho escribirte unas líneas donde pueda sintetizar lo grande que es mi amor por ti, mismo que mi lenguaje corporal, en ocasiones no exhibe, así nos educaste y somos poco de abrir nuestros sentimientos, más constancia diaria siento de tu afecto por mí y a mi manera, intento demostrártelo, creo que segura estas de ello.
Me es difícil plasmar en un breve espacio toda una vida que tú me diste y que juntos hemos compartido, no obstante que he abierto mis emociones epistolarmente para otras personas, incluido mi Padre, mas contigo es distinto por todo lo que representas para mí pero tengo el deseo y la obligación de hacerlo, espero te guste y , disculpa que te tutee, cuando todos tus hijos te hablamos de usted, mas se me facilita de esta forma el contenido y la expresión de mis sentimientos.
Josefa Sierra Damián, hija mayor de Efraín Sierra Vélez y Petronila Damián López ,a escasos meses de llegar a las 8 décadas, te hago saber que el mayor orgullo que tengo en la vida, es el de ser tu hijo y sentirme amado por ti, una persona a quien la vida la ha dado alegrías y sinsabores , que la has enfrentado siempre con valentía y coraje, que a tus 5 hijos, de los 8 que florecieron en tu vientre, les procuraste alimento, cobijo pero sobre todo, amor, sentimiento en ocasiones, que no ha sido reciproco en la magnitud de lo que mereces, mas tu tendrás un juicio comprensivo para cada uno, mas yo, en lo particular, imbécil seria si me atreviera a juzgarte, ese nunca debe ser el papel de un hijo a quien la vida debe.
Gracias a ti y a mi padre puedo estar en este momento, tecleando estas líneas y te expresó que no concibo de donde te salió tanta fortaleza para superar la perdida de tres de tus hijos, mi cuate y mis dos hermanitas menores y aun así, sola, luchaste ante los embates que la vida te puso como prueba y a cinco niños convertiste en adultos, que con nuestros defectos y virtudes ( en mi caso, pocas) Somos personas bien intencionadas, útiles a la sociedad en la que interactuamos y cada uno, a su manera, orgullosos de ser tus hijos.
Ante tus momentos de flaqueza, derivados de la condición física en la que te encuentras, pero más que nada por eso que tu y yo sabemos, saca la casta y no te me quiebres, aun te necesitamos con nosotros para escuchar tu consejo, para darnos aliento en los momentos difíciles que la vida cotidianamente nos pone y, desde luego, por tu particular sentido de humor, muy Sierra, muy “Zardinilla”. Somos más de lo que crees quienes te queremos y admiramos y el solo presentimiento de tu partida, hace que mis ojos se carguen del líquido amargo que se genera en el corazón y en el alma.
Mamá, Madre, “Marucha”, Mamita, te admiro porqué siempre has sido una mujer de trabajo y hasta que tus años te lo permitieron, luchaste incansablemente por proveernos de más de lo indispensable y nunca me cansaré de agradecértelo y con ello, pedir tu perdón por tantas ocasiones en que te he fallado o faltado al respeto de forma verbal, sin que a justificación se intérprete, la vida pero sobre todo la fortaleza para enfrentarla, no es la misma para todos. Discúlpame las preocupaciones, dolores de cabeza y ofensas que mis errores te han causado, nunca fueron hechos deliberados.
Son tantos los recuerdos que tengo de mi vida a tu lado y no encuentro palabras para agradecerte todo lo que hemos compartido, en particular, tus oraciones ante mis momentos de incertidumbre o inestabilidad emocional; La ocasión en que con esta cabeza dura, literalmente paré  un ventilador de techo  y mi hermano Luis Javier secó  mi sangre y oculto las toallas manchadas con la misma, tu, al llegar de trabajar y ver los vestigios  me despertaste angustiada y cargándome y a pie, me llevaste a la clínica para que me curaran; Y Como olvidar aquellos viajes a la capital del país en que del brazo te llevaba y te desvivías por hacernos placentera la instancia con la familia; Tampoco olvido tus ojos o mejor dicho, tu mirada, la primera vez que nos separamos, cuando siendo un adolescente y por mi bien, tuve que partir a vivir a Xalapa,

Veracruz. Tus  ojos se llenaron de lagrimas y evadiste mi mirada, debió ser muy difícil ese momento para ti, también para mí lo fue.
 Es necesario comentarte que el intenso abrazo que nos dimos al momento en que te confirme la muerte de mi Padre, nunca se ha vuelto a repetir y tu mirada, cargada de tu dolor y de impotencia por el mío, presente lo tendré hasta mi último aliento.
Gracias Madre por los valores que me inculcaste, por la educación que me otorgaste y por el inmenso amor que día a día me das, seguro estoy que el creador del infinito y tu fortaleza, me permitirá tenerte y disfrutarte a mi lado mucho tiempo mas y, nuestras alegrías y melancolías gemelas, seguirán caminando de la mano. Le amo Madre. Le envío perennemente mi cariño, que por mucho que es, nunca podrá igualarse al suyo. Atentamente… Tu Chuchin.
P.D. Sé que a todos nos dices que somos consentido… Ambos sabemos quién es el verdadero…





jueves, 24 de octubre de 2013

MÉXICO Y SUS POLÍTICOS INFALIBLES

¡Por qué los funcionarios con tanta frecuencia se niegan a reconocer que se pueden equivocar al tomar decisiones? No me refiero a los de los otros países, donde renuncian hasta por ser infieles a sus esposas. Y van a la cárcel por hacer obras publicas o negocios para lograr dinero fácil en compañía de amigos y familiares .
Hasta los reyes ya piden perdón por sus excesos. Como Juan Carlos, que indignó a millones de españoles y a medio mundo cuando se fue en secreto a matar elefantes a África y a ponerle por enésima vez cuernos a su esposa, Sofía. O Vladimir Putin, tan eficiente en desaparecer a sus oponentes políticos y mandar a la cárcel a quienes lo critican (como las cantantes del conjunto Pussy Riot). Pero el zar de la nueva Rusia acepta que algunos actos públicos donde se le muestra defendiendo especies en peligro de extinción son escenificaciones muy bien preparadas. Como cuando apareció acariciando al tigre del Amur o a un oso polar. Ambos ejemplares estaban bajo los efectos de somníferos.
En México, en cambio, los funcionarios son infalibles. Iluminados, como el papa. Nunca olvidaremos a Díaz Ordaz defendiendo la represión contra los estudiantes en 1968. Y menos al H. Congreso de la Unión y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación aplaudiendo a rabiar sus acciones criminales. O la furia soez de algunos legisladores cuando su par, Porfirio Muñoz Ledo, se atrevió a interpelar al presidente De la Madrid durante un informe de gobierno. ¡Lo que le dijeron a Porfirio!, que desacralizó así la ceremonia en que el mundo le agradecía al presidente en turno tantos favores recibidos, mientras el país se hundía en la crisis. Tampoco el licenciado Calderón reconoció que se equivocó con su guerra contra el crimen organizado: dejo miles de muertos, violencia, inseguridad e impunidad. Además, la imagen internacional de México hecha añicos. En el planeta somos noticia por los miles de muertos que sumo su sexenio.
En  muchos Estados  y Municipios del país, gobernados por las siglas y colores de las 3 principales fuerzas políticas, también se pone en evidencia la perenne corrupción y su consecuencia, la impunidad, los detentadores trianuales o sexenales , también son infalibles y su poco o mucho poder, cual modernos virreyes, anudado a su coro de personeros, lisonjeros, zalameros o lambiscones, para usar un término más familiar, les impide reconocer sus errores, aceptar sus culpas y dar el golpe de timón para de esta forma, cumplir, cuando menos, con una mínima parte de lo mucho que prometieron en campaña a una población que necesita creer pero que ya está cansada de tantas mentiras.
Son modernos Tlatoanis o Deidades que no escuchan mas opinión que la de su ensoberbecida conciencia (cuando la hay, desde luego) y de sus burdas caricaturas de su círculo intimo, mismos que ponen a la practica en presencia del Tatich, la cómoda y servil actitud del espejo de Blanca Nieves,  total, de lo que se trata es de medrar del presupuesto, disfrutar del carnaval de 3 o 6 años, adormecer sus minusvalías emocionales y tomar revancha o ignorar a quienes no comulgan con sus ideas o acciones y, si es necesario, aplicar artimañas o vericuetos legales para ver derrotado y acabado a su tormento delirante.
El país esta convulsionado y la población, harta ante la indiferencia de la plutocracia que gobierna desde las franquicias que dominan familias o nomenclaturas políticas. Instituciones denominadas autónomas, al servicio de quienes mandan y con una indiferencia que les puede resultar peligrosa, tal vez, a mediano plazo, para la estabilidad de la república. Ya se escuchan voces en 3 estados que hablan de independizarse, situación muy difícil pero que debe de servir de alerta.
Los movimientos sociales y su descontento con las reformas que se están implementando es otra señal que tampoco debe soslayarse, por lo que, si en verdad se quiere cambiar, deben empezar con reconocer que no son infalibles, rodearse de los mejores, no de enanos para sentirse gigantes y actuar con honestidad ante un pueblo que les otorgó su confianza pero que también se las puede quitar, acción señalada en nuestra carta magna, la Constitución Política.

viernes, 18 de octubre de 2013

MONARQUÍA EN LA IGLESIA




Los obispos católicos ostentan una representatividad de la que carecen. Proclaman que en ellos recae una amplia legitimidad porque, como la mayoría de la población mexicana se declara católica, entonces su voz, la de los clérigos, se hace escuchar para defender las convicciones e intereses de la feligresía que encabezan.
La verdad es otra muy diferente de la pretensión de la cúpula clerical católica. En esencia los obispos, arzobispos y cardenales son representantes del Papa en turno. Es así porque quien preside la Iglesia católica los nombra directamente para el puesto. Sólo a él le deben fidelidad y obediencia incondicional, por lo cual reciben la encomienda de aplicar la doctrina y políticas eclesiásticas diseñadas desde Roma en la jurisdicción diocesana para la que fueron nombrados única y exclusivamente por el Papa. Son resultado del dedazo pontificio.
En los ultimos años se ha acentuado la tendencia en la clase política, de todos los partidos políticos, a creerse el cuento de la indisputada legitimidad representativa de la cúpula eclesiástica católica. De ahí que traten de buscar cercanía mediática con esos representantes populares de lujo. Hacen todo lo posible por facilitar a los clérigos infraestructura y servicios oficiales, asisten presurosos a festejos y comilonas organizados por los obispos, arzobispos y cardenales. Juegan con ellos ese deporte de élites que es el golf. Todo sea por allegarse simpatías y bendiciones que los políticos juzgan esenciales en temporadas electorales.
Los integrantes de la cúpula eclesiástica católica son unos representantes muy peculiares. No rinden cuentas ni dan explicaciones a sus representados. Como ya saben de antemano los sentires y convicciones de ellos y ellas, no se molestan en consultarlos, y aunque los representados se digan católicos, pero en su vida cotidiana se conduzcan a contrasentido de esa confesión, de todas formas los altos clérigos los representan porque así lo afirman ellos mismos. Y que nadie ose poner en cuestionamiento dicha afirmación, porque estaría ipso facto en el más craso error.
En la CEM confunden la declaración de una confesionalidad religiosa, la católica, por parte de poco más de 80 por ciento de la población mexicana (ese porcentaje es el que se decanta después de hacer una depuración de las cifras del Censo de 2010), con identificación irrestricta de los mexicanos y mexicanas católicos con las posiciones institucionales y éticas de la Iglesia católica romana. Lo verificable es lo contrario: de manera creciente se abre la brecha entre las enseñanzas católicas y las prácticas de la ciudadanía. La gente es católica a su manera; la gran mayoría no se preocupa por cumplir las directrices de los clérigos, ni está ávida de recibir instrucciones doctrinales para tomar decisiones cruciales para su vida.
Las presiones clericales –y no nada más de los jerarcas católicos, sino también de dirigentes de otras confesiones religiosas– por filtrar su agenda en cómo modelar la vida pública de los ciudadanos, mediante leyes que buscan restringir derechos, están arreciando y van a ser todavía más intensas en los meses electorales que se avecinan. Aunque la ciudadanía está transitando a tiempos en que construye pluralmente sus identidades y correspondientes tomas de decisiones, la visión clerical quiere contener esos cambios y congelarnos en épocas corporativas, en las que bastaba conocer la voluntad del dirigente para saber la naturaleza de la decisión tomada.
Difícilmente los prelados católicos pueden dar lecciones de representatividad, y menos de amplia legitimidad popular, cuando su nombramiento es unipersonal y por la sola voluntad del obispo de Roma. Este hecho tan nítido, que se busca nublar con sofismas disfrazados de lógica irrebatible, debemos tenerlo bien presente cuando se busca suplantar la voluntad ciudadana.

lunes, 7 de octubre de 2013

MÉXICO Y SUS ANALFABETAS FUNCIONALES

Según la Encuesta Nacional de Hábitos, Prácticas y Consumo Culturales dada a conocer por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el panorama educativo en México resulta francamente aterrador: 73 por ciento de los encuestados no ha leído un libro en el último año, 57 por ciento no pisó una librería, 79 por ciento no adquirió un libro y peor aún: casi la cuarta parte de los encuestados reconoció no tener un libro en su casa. Esto significa que 26 millones de mexicanos o poco más de 6 millones de hogares ¡no cuentan siquiera con un diccionario ni con una Biblia en casa!
¿Ese es el buen camino por el que va nuestro país en materia educativa, como asegura el secretario del ramo?

Estos datos corroboran el fracaso del modelo educativo implementado por los gobiernos panistas y documentan desde otra perspectiva los más recientes resultados de la prueba PISA aplicada en nuestro país. En esa evaluación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos se señala que 46 por ciento de nuestros jóvenes examinados cuentan con un grado insuficiente de aprendizaje, es decir, que sólo identifican ideas sencillas en los textos, que nuestras habilidades científicas son limitadas y que los alumnos sólo pueden resolver operaciones matemáticas rudimentarias. ¿De verdad vamos por buen camino en materia educativa?
Cuando hace años Octavio Paz escribió que no había intelectuales en el Partido Acción Nacional no entendí cabalmente lo que eso significaba. Lo entendí, cuando ese partido llegó al poder: cuando las hordas fascistoides de sus bases se empoderaron y empezaron a quemar libros de texto en la plaza pública, cuando sus funcionarios de primer nivel intentaron prohibir novelas de García Márquez y Carlos Fuentes, o cuando desaparecieron la filosofía de los planes de estudio del bachillerato.

El analfabetismo funcional de distinguidos miembros de la clase política actual va más allá de un anecdótico Vicente Fox diciendo Borgues por Borges o  los frecuentes dislates de Enrique Peña nieto.Es una política de Estado que atenta contra el sistema educativo mismo; que vulnera profundamente el desarrollo económico del país y el futuro de varias generaciones.
Según la tendencia del crecimiento poblacional estamos perdiendo nuestro llamado bono demográfico por la migración de algunos de nuestros mejores jóvenes, por no encontrar trabajo en el país y porque cada día nuestra población es más longeva. ¿Cuántos jóvenes se necesitarán para cubrir una cada vez más abultada nómina de jubilados? ¿Cuántas fuentes de trabajo deberían procurar el equipo gobernante para evitar esa encrucijada que se avecina? Si se han hecho rescates bancarios y carreteros deberíamos hacer un rescate social mediante la educación. El milagro económico de los Tigres de Asia y el de una Alemania destruida por la guerra y que es hoy el motor económico de Europa es la educación. Además, la enseñanza es el mejor antídoto contra el crimen organizado y la única forma lícita para generar riqueza.
Ojalá que los datos de la encuesta sobre hábitos culturales y los más recientes resultados de la prueba PISA en nuestro país ayuden a perfilar una positiva política de Estado en materia educativa: menos pomposa y más productiva, más cerca de las necesidades del país que de las políticas de los partidos, más cerca de la gente que de los sindicatos, más apoyada en los clásicos (los libros más baratos del mercado) que en los best sellers, más centrada en los libros rudimentarios que en los e-book, en fomentar el gusto por la arqueología más que por los espectáculos de luz y sonido en zonas arqueológicas. Los productos milagro en materia educativa más que un engaño o un buen negocio para algunos, es un crimen social.

viernes, 4 de octubre de 2013

2 DE OCTUBRE...LA MASACRE Y SU POR QUÉ ¿YA SE OLVIDÓ?


En México recordamos el movimiento del 68 por su saldo rojo, especialmente por el 2 de octubre, que fue la culminación del autoritarismo del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz. Grave, por eso no se olvida y no lo olvidaremos, como tampoco el 10 de junio de 1971 y otros asesinatos masivos, ni la impericia policiaca en relación con las muertes de mujeres en Ciudad Juárez. Pero hay otros aspectos de aquel movimiento que debieran rescatarse, sobre todo para el conocimiento (conciencia) de los jóvenes de hoy. Se trata de aspectos que yo calificaría de positivos. El principal, pienso, el antiautoritarismo.
El autoritarismo que se combatió en el 68 en distintos países no sólo fue el clásico, de derecha, que se expresaba en formas extremas como el fascismo o las dictaduras tradicionales tanto en Europa como en América Latina, sino también el que estaba representado por la burocracia soviética y por los gobernantes de los países satélites de la URSS. Aquel movimiento fue la expresión en contra de regímenes políticos que se presentaban como dictaduras y, en ocasiones, como dictaduras totalitarias en las que la oposición era inhibida, cuando no perseguida y sentenciada a cárcel o muerte. Contra ese autoritarismo se demandaba democracia y más posibilidades de participación de la sociedad en los asuntos de su incumbencia, tanto de la vida cotidiana como de la política.
Más allá de los regímenes políticos, el autoritarismo era visto como la exigencia de obediencia a los superiores, es decir, a quienes "naturalmente" ocupaban las mayores jerarquías en la familia, la escuela, la empresa, el partido o el sindicato, el gobierno mismo. En esa misma lógica se combatieron las ideologías que negaban la igualdad de los seres humanos, que justificaban la discriminación por raza, religión, clase social, género, uso del lenguaje y otros símbolos, como el atuendo personal y los gustos artísticos.
Los movimientos de los jóvenes, entonces, fueron contra todo tipo de dominación, especialmente por medios coercitivos, pues se presumía, con razón teórica e histórica, que la dominación generaba desigualdades políticas, sociales, económicas y culturales. La palabra consenso, en lugar de aceptación y obediencia, cobró forma y expresión: se convirtió en un motivo de lucha, asociado a la democracia, y se entendía por ésta la principal oposición a cualquier forma de autoritarismo y dominación, una conquista a lograr.
Los gobiernos entendieron el mensaje del 68, particularmente los de los países más desarrollados. El mexicano no entendió nada. Sus ideólogos pensaron que dándoles el voto a los jóvenes de 18 años, estuvieran casados o solteros, sería suficiente. El resultado fue que los jóvenes radicalizados por la represión de que fueron objeto se marginaron de las instituciones e intentaron otras formas de protesta, voluntaristas si se quiere, pero comprensibles ante la incapacidad del sistema para flexibilizarse en términos reales. Los movimientos guerrilleros reaparecieron. La represión aumentó, incluso ilegal, como fue la Brigada Blanca, consentida por el gobierno de López Portillo. En América Latina se generalizaron las dictaduras militares, por iniciativa del gobierno de Washington y de las oligarquías locales. Había que terminar de una vez por todas -creían- con los movimientos radicales de izquierda, con la subversión y con el sentimiento antiestadunidense. Luego vendría la democracia, ya sin guerrilleros.
Se inventó entonces la democracia, no la que exigían los jóvenes del 68, sino una democracia formal, consistente en pluripartidismos, alternancia en el poder, efectividad del sufragio y otras medidas semejantes. Los teóricos de la transición a la democracia (sin adjetivos) se volvieron los nuevos ideólogos de la nueva derecha, y por iniciativa de Estados Unidos, con la complicidad del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, se generalizaron los gobiernos formalmente no autoritarios. Ahora la democracia (formal) es instrumento de dominación y hasta justificación para que la potencia imperial y sus aliados invadan a otros países, "para imponerla".
Los movimientos de hace 45 años cambiaron muchas cosas, de eso no cabe duda, pero los grandes poderes de los grandes países, seguidos de sus socios menores en los países subdesarrollados, expropiaron aquellas ideas para convertirlas en nuevas formas de dominación, ahora aparentemente democrática. La democracia formal se amplió, ciertamente, pero con ella también las desigualdades sociales y la pobreza.
El mejor homenaje a los mártires del 68 sería dar a la democracia de los poderosos un nuevo contenido, un contenido social que nunca debió perder.