martes, 28 de agosto de 2012

GABINETITIS MUNICIPAL


Cuando se es un modesto escribiente, emulo de los egresados en la escuela del chayote o de la Pontifica y Heroica Universidad de los Portales de Santo Domingo, resulta casi imposible e implicaría hasta un pecado capital, omitir escribir sobre las pasiones, preocupaciones, similares y conexos, que despiertan en cientos que suspiran y  aspiran a ocupar un cargo en la administración pública, sea esta, municipal, estatal o federal que esté por comenzar. Los cafés, oficinas gubernamentales, mentideros políticos, casas particulares, restaurantes snobs, bares o cantinas y bunker, se convierten en sitios que se prestan para hacer y deshacer los futuros gabinetes, de igual forma, sirven para despedazar honras y prestigios de quienes suenan o suponen, estarán en puestos de primero, segundo o tercer nivel de la en cierne administración gubernativa. Hoy, amable lector, tocaremos el tema de lo local, lo municipal, lo que corresponde a la política rupestre de comarca, de lo que está ocurriendo en todos los municipios del país en donde el próximo primero de octubre, llegaran los siguientes  “sacrificados” del pueblo, aquellos que entregaran alma, corazón y vida en beneficio de sus conciudadanos y su comunidad.
Los comensales, politólogos o todólogos, al alimón de aquellos que se sienten con derechos, más que posibilidades, interactúan tratando de encontrarle la cuadratura al círculo y descifrar en algún comentario, sea este fidedigno o inexacto, las palabras de quien será el gran elector o ya de perdida, de aquel o aquellos que son su círculo compacto, esos que ya saben en donde estarán en virtud de que ya escucharon el canto celestial o las palabras mayores, tal diría el escritor y periodista, Luis Spota. Las uñas de los 20 dedos le son insuficientes para calmar la ansiedad y taquicardia que les genera saber si serán de los que estén  en la nomina trianual, en los reflectores de la muchedumbre, en las marquesinas del espectáculo político, disfrutando del ejercicio del poder, sin embargo, aun no tienen la certidumbre de saber si estarán o no, por ello, en pequeños conclaves se alimentan y alientan entre colectivamente sus egos y vanidades.
No pienso mencionar ningún nombre para no errar o herir susceptibilidades ajenas, así que distinguido descifrador, si usted  espera leer su nombre o el del compadre o del amigo en estas líneas, dele la vuelta a la página, entre a las redes sociales, busque en los portales de algún golfo de la información, de esos videntes de cafés, mercantilistas de la comunicación o simples chayoteros de a tostón y ahí encontrara lo que usted está buscando y leerá lo que sus pupilas quieren ver para alimentar su falsa modestia. Tomemos en consideración que llegaran los que le sean útiles y le sirvan al próximo Presidente Municipal, tampoco podemos olvidar los compromisos adquiridos y cuya factura se hará patente en la primera quincena de octubre.
En la integración de un gabinete son diversos los factores que influyen para su conformación, los internos, que son los de las filias, y los externos, los circunstanciales. No es tarea fácil para quien toma la decisión toda vez que con ello está exponiendo afectos pero, lo más importante, arriesgando su capital político, su trayectoria y su transcendencia en la historia de su comunidad, por lo cual, debe tener la mente y el corazón frio y, tomar las decisiones  con la neurona y no con la hormona.
Cabe señalar, que este modesto análisis antropológico cultural no está direccionado a nadie en particular y lo mismo puede aplicar a cualquier municipio de norte, del centro o del sur de la geografía nacional, en donde ocurra cambio de estafeta. Lo cierto es que a  quienes les sean permitidos tener atribuciones  de mando en la próxima administración municipal, ya lo saben, sea porque forman parte del cabildo, hayan hecho bien la tarea en la campaña electoral, demostrado fidelidad y lealtad, que para el caso no es lo mismo o, tengan una recomendación del tlatoani mayor. En política, la forma es fondo, lapidariamente señalo don Jesús Reyes Heroles y esto aplica en la actualidad. Por  lo que, calmen sus ansias de novillero, métanle al tafil moderadamente y esperen la llamada presidencial.
 





                                                                                                                         

lunes, 27 de agosto de 2012

MANOLETE


Este  28 de agosto se cumplieron 64 años de que Manuel Rodríguez, mejor conocido en el mundo taurino como Manolete, perdiera la vida en la plaza de Linares, España, dándole muerte un toro   llamado “Islero”, de la temida y prestigiada ganadería española de don Eduardo Miura, quien al entrar a matar le propinara una cornada de tres trayectorias, destrozándole la arteria femoral. Aunque era muy grave, la opinión actual es que su muerte sobrevino a consecuencia del choque traumático. Es decir, la sacudida había roto y descompensado el triangulo formado por Cerebro-Corazón-Pulmones, debilitando las posibilidades de vida. Manolete falleció unos minutos antes de las cinco de la mañana. Sus últimas palabras al médico fueron: “don Luis, ya no puedo ver”. Es pertinente mencionar que por la faena que le realizo al burel que lo mato, hasta la enfermería le llevaron las orejas y el rabo. 

Manuel Rodríguez Sánchez  nació en Córdoba,  el 4 de julio de 1917. Hijo del Matador de toros del mismo nombre y apodo. Desde muy joven recorre los cortijos y las tientas de las ganaderías andaluzas, dando sus primeros capotazos a la edad de 12 años. Sus primeras actuaciones son en 1930. Después de una exitosa carrera novilleril recibe la alternativa el 2 de julio de 1939 de manos de Manuel Jiménez, “Chicuelo”, fungiendo como testigo “Gitanillo de Triana”. Confirma en Madrid el 12 de octubre del mismo año, siendo su padrino Marcial Lalanda y testigo, el revolucionario de la tauromaquia, Juan Belmonte.  

Desde esa fecha, se convierte en la primera figura de toreo en cuanta plaza se presenta y sus triunfos son innumerables que nos faltaría espacio para citar tan solo un pequeño porcentaje. Precedido de un prestigio bien ganado, en el invierno del año de 1945 es contratado para venir a México. Se afirma que ningún otro matador hasta entonces había generado mayor expectación que el moustro de Córdoba,  por lo anterior, la temporada, iniciada a finales de 1945 y los primeros meses de 1946 ha sido hasta el día de hoy,, la mas grande que se ha dado en México. Y los 30 festejos que se dieron en las plazas del toreo de la Condesa y en la recién inaugurada “México “fueron llenos casi totales. De parte de los españoles vinieron figuras de la talla de Manolete, pepe Luis Vásquez, Pepin Martin Vasquez, Gitanillo de Triana y Cagancho, entre otros; llevando la representación mexicana consagrados como Fermín Espinoza,  Armillita, Silverio Pérez, Chucho Solórzano, Luis Castro el Soldado y Luis Procuna, entre otros que estuvieron a la par de los de la madre patria. Por cierto, fueron estos dos últimos matadores quienes partieron plaza al igual que Manolete en la inauguración de la monumental México  en 4 de noviembre de 1944 lidiando toros de coaxamalucan pero salió un mal lote y ninguna oreja se pudo cortar .

Manolete en todas sus actuaciones dio muestra de profesionalismo, pundonor, entrega y un enorme respeto por el público que asistía a verlo torear. Las multitudes, en cada corrida le exigían mas lo que propicio que le pegaran varios “cates de caballo”, dicho en el calo taurino, o de consideración graves. En el mundo de los toros es recordada la anécdota de la ocasión en que alterno con Chucho Solórzano y Silverio Pérez en la cual, un toro llamado “cachorro”, numero 44, bicho que le hacía ascos a los capotes, incertidumbres, coladas, pero contra ello, se quedo firmemente plantado en la arena recibiendo una cornada sobre el muslo izquierdo. Al entrevistarlo el recordado cronista taurino Paco Malgesto , este le indico  que todo el público había visto venir vencido al toro y que con solo dar un paso atrás la cornada hubiera podido evitarse. Manuel Rodríguez contesto que efectivamente, esa era la situación, pero que si el se hubiera movido no se llamaría “Manolete”. De esa estatura y temple era el español. 

Para finalizar, señalan escritores taurinos de la época que Manuel Rodríguez “Manolete” que aunque fue un torero corto de repertorio, existía en él un señorío natural, carente de la afectación frecuente en otros espadas. Su aguante y mando no han sido igualados. La quietud de sus pies y el ritmo en el movimiento de los brazos daban a sus lances enorme plasticidad. Como estoqueador fue excelente y ha sido uno de los toreros más grandes que ha existido, cuya personalidad perdurara para siempre. Como último apunte, la última plaza Mexicana en que actuó fue en la monumental de Mérida, propiedad de la familia Palomeque, misma que inaugurara otra figura del torero, don valor, Luis Freg, pero esa es otra historia. Vaya la presente columna dedicada a quienes tienen deseos de conocer la tauromaquia y aprender de su historia. 

miércoles, 22 de agosto de 2012

GOBIERNO MUNICIPAL: LOS QUE ENTRAN, LOS QUE SALEN Y LOS QUE REPITEN


Los cambios en la política trianual en todos los municipios de nuestro país genera incertidumbre, desconcierto, confusión y angustias que se pueden manifestar de diversas formas, las más comunes: diarreas crónicas, ansiedad, exceso en el uso de pasiflorina o tranquilizantes y esto ocurre, tanto en los que se van como en los que tengan alguna posibilidad de llegar a la nueva estructura gubernamental  y aplica lo mismo para los que dejan puestos de primer nivel como hasta el más modesto afanador, los del adiós y los de la buenaventura.
El tiempo de la transición, es decir, en el que ya existen dos Presidentes Municipales, el que se va y el electo, aparentemente se convierte en una calma similar a la que ocurre cuando se está en el ojo del huracán toda vez que después vendrá el temporal con mayor fuerza y arrastrará a la gran mayoría de los que ya bailaron, a la triste banca, esa, la que nos vuelve a la realidad, a la condición de simples mortales, comunes y corrientes y, a los que llegan, a disfrutar las mieles del carnaval cargado de adicción de la política rupestre de provincia.
Desde mi butaca en gayola y sin más línea que la que dictan mis escasas, pero suficientes neuronas, haré unos breves comentarios de los que se van y de los que llegan, sin omitir, desde luego, los que quieren repetir, aunque sea con Bicarbonato. Iniciando con los que se van, imagina usted, amable lector, lo difícil que debe ser, tal y como lo señala el tango: “sentir la tristeza de haber sido y el dolor de ya no ser”; ¿acostumbrarse de nuevo a lo de antes, a tener que trabajar, literalmente hablando para poder subsistir? Desde luego que esto no aplica para aquellos que fueron precavidos, ahorrativos o simplemente mano largas con el dinero público. Mas la adicción por las primeras filas, los presídium, el escuchar los aplausos cuando mencionan nuestro nombre en eventos públicos, la compañía de los amigos de ocasión e interés, las entrevistas, las fotos en los medios de comunicación, el saludo y la palmada en la espalda de los poderosos y que todavía seguirán bailando, todo eso, amable y consecuente lector, cuando se deja de tener, pega hasta la medula y el ego, la vanidad y el autoestima se van por los suelos.
 Lo acepto, observo con cierta picardía mezclada con morbo, la falsa seguridad que quieren manifestar en público los que tiraron los voladores más grandes y quienes ahora tendrán que recoger sus varas o el repudio de quienes se sintieron sus amigos antes de y que nunca se lo manifestaron en donde se revela la amistad sincera de la política: la nomina. Ahora andan en su gira del adiós asistiendo a todo evento público, sea este político, cultural, social o hasta funeral no obstante no hayan conocido al difunto. De lo que se trata es de estar presente, de seguir siendo el resplandor del evento aunque su luz ya no tenga potencia, aunque su brillo ya no tenga más color que el grisáceo  del rechazo, aun poco disimulado, después de la última quincena, con toda la contundencia de la evidencia. Remato con la frase del poeta de la música, Serrat “nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”.
Por otra parte y en cuanto a los que quieren subirse en el  nuevo tren trianual revolucionario, , hay tantos, podríamos decir, cientos sin exagerar, que están a la espera de la llamada telefónica, vaya, aunque sea un democrático mensaje de celular o ya de perdida, un cerrón de ojo del Presidente Municipal electo. Con eso se conformarían para seguir alimentando la ilusión de creer que a partir del primero de octubre pasaran a mejor vida: a puestos de primer nivel, o de segundo, o de tercero, lo importante es estar, disfrutar de ser de los que mandan, aunque sea a los perros callejeros.
Hay quienes estuvieron en campaña y aunque cobraron por sus servicios se sienten coparticipes del carisma que llevo al triunfo electoral de quien los invito, o contrato, a apoyarlo en busca del voto popular, estos, son los más desesperados, sobre todo, si no hay escuchado las palabras mayores, esa que dichas por el Presidente son similares a las pronunciadas por modernos semidioses.
No podemos omitir a quienes de una u otra forma, ya sea la relación de amistad, de haber participado en el proyecto antes de que este cuajará  o por el simple hecho de ser su conocido de saludos, por tutearlo y permitirse bromear con él y hasta llamarlo por su apodo, ya se siente con todo el derecho a ser emplazado. El adagio bíblico señala que muchos serán los convocados pero pocos los elegidos  y esto aplica también. No podemos omitir la innumerable cantidad de compromisos adquiridos en el itinerario de su propósito y de igual forma, las recomendaciones u imposiciones que será objeto por parte de quienes en verdad le ayudaron  a llegar al lugar que ocupará a partir del primero de octubre, las cuales pesan más que haber tenido diez de calificación en eficiencia y eficacia curricular.
Estarán a la diestra y siniestra del preciso quienes estén en su ánimo, quienes le hayan mostrado lealtad hasta la ignominia. Aquellos que le sirvan en su propósito de trascender en la historia de su pueblo, de su municipio, de la tierra que lo vio nacer y la de los suyos. Infantil sería creer que no hay una siguiente meta, político que no aspira, expira, por lo que puedan ser un lastre para la siguiente estación, tendrán que conformarse con estar a la periferia del grupo de poder, sea esta la nomina, el sobre color manila, obras o contratos públicos o ya muy jodido, el saludo benevolente del que manda y pequeños favores o gestiones de quienes lo acompañaran ¿los tres años? Lo dudo en relación a la mayoría, el tiempo que sean útiles, no se enreden de más o no estorben.
En cuanto a los que quieren repetir, dan pena ajena verlos buscar la mirada y el saludo de a quienes hace tres años ignoraban y le volteaban la cara. Ahora, hasta con la servidumbre o cercanos del Preciso quieren quedar bien, los buscan, les invitan cafés y desayunos y en más de un caso, hasta buenas viandas y licores. Es triste y genera desosiego dejar de estar en la nomina pero peor aun es, estar boletinado por el que manda, pertenecer al triste pelotón de los apestados, de los que fueron y ya no son, de los que tuvieron a la mano ayudar a su comunidad y solo procuraron el bienestar de la familia, de la suya, desde luego y mientras tanto, tic tac tic tac, las manecillas del reloj avanzar sin cesar y las tres quincenas, pronto serán dos, luego una y entonces, el sueño habrá terminado para unos e iniciado para otros.  Esta es la realidad de Política domestica en la provincia mexicana.

martes, 21 de agosto de 2012

EL EMPORIO REGIO, EJEMPLO PARA CAMPECHE



En no pocos estados del país llegamos al siglo XXI sin haber dejado del todo el siglo XIX. Uno de ellos es Nuevo León.El neoliberalismo que hoy se practica en Nuevo León, donde un club de ricos determina la política y en buena medida la vida social, anulando las diversas autonomías que caracterizan a la democracia, muestra continuidades insospechadas con la elite que controlaba la política y la economía, donde destacaban los nombres extranjeros. A ello siguió, en las dos últimas décadas del XIX, el despunte de un rápido proceso industrial.
Fundada en 1900, la industria insignia que haría de Monterrey la primera ciudad industrializada de América Latina fue la Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey. Los accionistas que aportaron 85 del capital, dice Javier Rojas, eran 15 –los principales eran extranjeros: Antonio Basagoiti, León Signoret, Patricio Milmo, Eugenio Kelly, Tomás H. Kelly, Tomás Mendirichaga, Vicente Ferrara, José Negrete, Valentín Rivero, Miguel Ferrara, Manuel Iglesias, Isaac Garza, Francisco Belden, Daniel Milmo y Antonio Ferrara. Los 10 millones que supuso la inversión eran equivalentes a 85 por ciento de todas las inversiones industriales en los últimos tres lustros.
Los líderes de esas familias –el 1 del 1 cuando Monterrey tenía 100 mil habitantes– se entendían con Porfirio Díaz por conducto del general Reyes respecto a lo fundamental de la economía y la política. Si había opositores o trabajadores del campo y la ciudad que se inconformaran con las políticas derivadas del fruto de esos arreglos, la represión era la vía de neutralizarlos, obligarlos al exilio o, cuando insistían, eliminarlos como ocurrió en la jornada electoral de 1903 (un famoso 2 de abril), sobre la cual escribieron para denunciar los hechos sangrientos Adolfo Duclos Salinas y Ricardo Flores Magón. La revolución empezaba a gestarse.
En el curso de dos décadas, luego del triunfo revolucionario, la familia Garza Sada logró acaudillar al grupo de empresarios que decidía la vida del estado. En cuanto las autoridades laborales emitieron un laudo favorable a un grupo sindical independiente, se dispusieron a combatir al gobierno de Lázaro Cárdenas. Socialismo puro, clamaban. El 29 de julio se produjo otra matanza. Los obreros pusieron las víctimas y los empresarios la impunidad. El mutualismo reciclado del siglo XIX se impuso sobre el nuevo sindicalismo, que pronto pasó a ser clientela del Estado-partido, y después del mejor postor.Don Fidel (Velázquez) merece que le levanten muchas estatuas, declaró el extinto presidente de Alfa, Bernardo Garza Sada.
Hasta la muerte de Eugenio Garza Sada, en 1973, la hegemonía de su familia emparentada con otras pocas se mantuvo gracias, sobre todo, a un arreglo como el que tenían sus antepasados con Díaz. Era en ambos momentos un liberalismo protegido, favorable a los inversionistas y en perjuicio de trabajadores y consumidores. Pero con ciertas acotaciones –es justo decirlo– que desde los años 80, con la ola neoliberal, empezaron a desaparecer.
Banobras, primero, y Ficorca, Fobaproa e Ipab después, demostraron, tras rescates que empobrecieron a la mayoría, que los empresarios regiomontanos cerraban ya el ciclo:padres emprendedores, hijos administradores y nietos derrochadores. Pésimos para administrar empresas, pero buenos políticos. Su arreglo con los presidentes mexicanos (De la Madrid, Salinas y Zedillo, así como antes López Portillo, a quien dejaron hablando solo después de apilarles millones en sus bóvedas) les permitió volver a su distintivo : el Estado es un mal administrador. En buena medida tenían razón: lo ha dirigido una caterva de individuos rapaces y dotados de una gran largueza para entregar las riquezas comunitarias.

viernes, 17 de agosto de 2012

UNACAR CONTEMPORÁNEA ... REMEMBRANZAS


Eran a finales de los años ochenta del siglo pasado, en mi época de estudiante universitario y mientras cursaba la carrera de derecho en la Universidad Autónoma del Carmen (UNACAR), siguiendo mis impulsos de querer ser participe de las decisiones de mi Universidad, pero sobre todo, de tratar de corregir la descomposición en la que esta se encontraba, el Consejo Universitario, cuyo Presidente era el entonces Rector, Ing. Pedro Ocampo Calderón, emito la convocatoria para elegir por medio del voto de los alumnos a su representante en el que era el supuesto máximo órgano de gobierno de nuestra máxima casa de estudio, y participe teniendo de contrincante a mi compañero de aula, Miguel Ramón Córdoba, actual secretario general de uno de los sindicatos del H. Ayuntamiento, viéndome favorecido con el voto del alumnado con una ventaja de casi mil votos. 
En motivo de la introducción es más que contar parte de mis vivencias estudiantiles, comentar con usted, amable lector, como era la entonces Universidad y tenga un parámetro para compararla con la actual. De entrada, los alumnos que eran directivos de las sociedades de alumnos pero en particular, de la federación estudiantil (FEUCAR), gozaban de canonjías y prebendas tales como calificaciones aprobatorias sin merecerlas;  las concesiones de las dos cafeterías que surtían de alimentos al estudiantado y en las cuales se vendían aproximadamente cinco mil cajas de refrescos semanalmente. El  dato anterior, para que se den una idea de las cuantiosas ganancias que se obtenían; también tenían vehículos a su disposición (camionetas, un autobús,) y la FEUCAR recibía un “subsidio” considerable lo que permitió a Ocampo Calderón manejar los destinos de la UNACAR, hacia el despeñadero en todos los sentidos y la gran mayoría de los miembros del consejo universitario avalaban sus decisiones con una genuflexión vergonzante. 
Fue una etapa negra con un nivel académico por los suelos, alumnos “maiceados”, maestros apáticos y muchas manos externas metiendo mano y tratando de desestabilizar aun más a  nuestra alma mater. Se hablaba que autoridades del gobierno del estado pretendían desaparecerla y convertirla en un campus de la universidad autónoma de Campeche. También se especulaba que Ocampo calderón la utilizaba de plataforma toda vez que pretendía ser presidente municipal de Carmen no obstante su desarraigo. 
Fue en una sesión de consejo universitario cuando Ocampo calderón destituyo sin ton ni son, al entonces director de la escuela de derecho, Melchor ahumada Jiménez, ( y le llamo escuela porque para ser facultad es necesario ofertar grados superiores a la licenciatura, lo que no se brindaba en esos años,) y nombra de forma interina a Martha kuri Abreu, lo  que provoco el descontento de los alumnos de derecho y, por ende, la ebullición que permeo las otras escuelas y facultades. Fue el  detonante para que se manifestara y unificaran directivos de alumnos, “grillos”  manos externas, funcionarios del  gobierno estatal  y se hicieran un paro generalizado solicitando la destitución del  rector Ocampo calderón. 
Después de varios días de paro de labores y reinando la anarquía en la UNACAR, convoca el aun rector a una sesión extraordinaria de consejo universitario teniendo como único punto a tratar, la ratificación de Kuri Abreu. En punto de las seis de la tarde, en las oficinas del consejo, ubicadas en la rectoría, la aglomeración de jóvenes, orejas, chismosos y representantes de los medios de comunicación, aguardaban con impaciencia la conclusión y resolución del mencionado conclave. En el interior, Ocampo calderón propuso lo previsible y el consejo con un voto en contra y los demás a favor, designado a kuri Abreu como directora, designación que desdeño bajo el argumento de lograr que regresara la normalidad a la UNACAR. Ocampo calderón, en ese momento se dirigió a un servidor y pidió que le hiciera una propuesta en virtud de que era alumno de la mencionada escuela. Su hábil actitud me tomo por sorpresa y mencione el primer nombre que se vino a mi cabeza: Efrén requena Espinoza. Grande fue mi asombro cuando de inmediato y de forma unánime, todos los demás consejeros, incluyendo al rector, votaron a favor y designaron a requena Espinoza como nuevo director.  
La decisión no fue aceptada por los dirigentes involucrados y el rector se excuso con el argumento de que la propuesta había sido del consejero representante de los alumnos. La situación se polarizo aun mas, habiendo marchas estudiantiles, plantones en oficinas gubernamentales, generando un conflicto social y un dolor de cabeza para el entonces gobernador del estado, Abelardo Carrillo Zavala quien no pudo sostener mas en su cargo a Ocampo Calderón pidiéndole su renuncia y dando “línea” al consejo universitario, ya sin la presencia del representante de los alumnos, para elegir a Luis Alberto Fuentes Mena, pediatra y miembro prominente de la extinta agrupación política denominada “ los profesionistas”, misma que en la actualidad tiene la misma fuerza que un Tehuacán destapado.    
Fuentes Mena ratifica a Requena Espinoza en leyes. Inicia una serie de cambios entre los que destacan la desincorporación de la escuela secundaria de la UNACAR y la disminución de canonjías a dirigentes estudiantiles. Las aguas vuelven a la tranquilidad. quienes teníamos como único propósito el de contribuir a rectificar lo que estaba torcido, retornamos a las aulas y a concluir con nuestros estudios y el rector pudo iniciar un proceso de  saneamiento pero sobre todo, de vinculación con autoridades educativas y de gobierno, iniciando así, una nueva etapa en la UNACAR. 
Posterior a ello, fuentes Mena  obtiene una diputación federal y es substituido por el Ing. Eduardo Reyes Sánchez, prominente empresario  y con una trayectoria intachable en todos los aspectos. Puedo señalar sin temor a equivocarme, que es bajo su conducción cuando se produce un parteaguas en la UNACAR; hablar de ella es decir, antes de, después de Guayo Reyes, como respetuosamente se le conoce. 
Hombre visionario y comprometido con su comunidad, Reyes Sánchez inicia la transformación y el engrandecimiento de nuestra modesta universidad, tanto en infraestructura como en calidad educativa, ubicándola en el escenario educativo nacional y vinculándola con la paraestatal, petróleos mexicanos, (PEMEX), lo que permitió lograr en gran medida, la autonomía económica, tan necesaria para que se acabara el manoseo político que propios y extraños hacían de ella. 
En un trabajo meticuloso e incansable, Guayo Reyes consolida a  la UNACAR y cumple con tranquilidad y estabilidad dos periodos rectorales  , ganándose el reconocimiento de los carmelitas y , también, el recelo de políticos, de esos que abundan y que no pueden ver ojo bonito , en cara ajena, para definirlo coloquialmente. 
Ante la velada  presión y sugerencia del entonces gobernador del estado, Antonio González Curí, para hacerlo renunciar, Eduardo Reyes toma la determinación de proteger la incipiente autonomía universitaria y convoca a sesión extraordinaria de consejo universitario, presenta su renuncia y propone a Nicolás Novelo Noble para ocupar el honroso cargo de rector, siendo elegido quien hasta entonces fungía como director de finanzas de la UNACAR. Dando un albazo a González Curí y protegiendo los intereses universitarios. 





martes, 14 de agosto de 2012

LA DESAPARECIDA CALZADA JUAN B. CALDERA. RECUERDOS DEL AYER


Mi niñez y adolescencia, pudiéramos decir, la viví  en la ya desaparecida calzada “Juan B. Caldera”, a un costado de la Parroquia del Carmen. Serian principios de los años 70 del siglo pasado y en el local  que funcionaba como baños públicos y pertenecía al ya fallecido Carlos Ortiz, quien al emigrar a su tierra natal en Mérida, Yucatán, vende los derechos de la propiedad a mi señora madre, Josefa Sierra Damián .
Remodela el establecimiento y lo convierte en una especie de estanquillo en donde se ofrecían revistas, tabacos, panes, dulces, etc. 
Eran los últimos años de bonanza de la industria del camarón y la isla aun conservaba su tranquilidad  y la convivencia entre quienes la habitamos era cordial. Como se dice, aun podíamos dormir con la puerta semicerrada únicamente por la aldaba o la  portezuela de miriñaque. Todos nos conocíamos y conformábamos una sociedad trabajadora, pujante, emprendedora y muy campechana, aprovecho para hacer la acotación que siempre he creído que el gentilicio de “campechano” se identifica mas con el carácter de los habitantes del carmen, los carmelitas, que con la  forma de ser de nuestros paisanos de la capital del estado. Dicho lo anterior sin animo de herir susceptibilidad u ofender a los san franciscanos. 
Retomando el tema que le da titulo a la presente columna, en la calzada conocí a gente con la que hasta la fecha conservo su amistad y los vínculos de afectos: las familias Vadillo Domínguez, Santini kantun, González Calderón, Pérez Nieto,Roberto, hijo de doña Licha y que preparaba los mejores caldos de pavo que he degustado, entre otros. En el “puesto”, como le decíamos a nuestro establecimiento, trabajamos mis hermanos, desde luego, mi madre, y cada uno tenia un turno u horario de atenderlo. A mi me tocaba el más aburrido o el de menos clientela, de las tres de la tarde a las seis. Tiempo en que aprovechaba para leer todas las revistas que se ofrecían al publico y, que propicio mi afición a la lectura. A los siete días nos llegaba las nuevas ediciones y para entonces ya las había leído todas: desde el libro vaquero hasta vanidades o el solo futbol. En algo tenia que entretenerme y aunque la afluencia de compradores no era igual de numerosa a la mañana o al turno de la noche, siempre disfrutaba la generosidad  y discreción del “mudo”, al que invariablemente metía sus cocotazos. 
En las noches, cuando trabajaban los mayores, los hijos de los locatarios y empleados niños y adolescentes aprovechábamos para jugar futbol en el atrio de la iglesia, lugar en donde en mas de una ocasión nos correteo la policía, mas por inhibirnos que por detenernos. Como olvidar aquel domingo, cuando al momento de emprender la graciosa huida, la cabeza se me atoro en los barrotes de las rejas que circundan la parroquia y mis gritos y desesperación causaron más la hilaridad  que la preocupación de los presentes. Fue don Luis González, don Chano, como respetuosamente le he llamado siempre, quien con un fierro logro doblar las varillas que aprisionaban mi cabeza. Esta anécdota y es una de cientos que aun tengo en mi memoria. Muchas me causan risa, todas nostalgia. 
La convivencia entre los locatarios era cordial, amable y sin tirrias  de ninguna especie. Al lugar llegaban miembros de familias que tenían su domicilio cercano al inmueble como los hermanos González López, principalmente, el inolvidable Guilliat y enrique Iván; los hermanos Escamilla González, Pancho y carlos; los Nicolau Padilla, jorge, Ricardo y Pedro; entre otros.Los cines Rivas y Regis eran sitios al que entrabamos sin pagar boletos, los taquilleros nos conocían y en muchas ocasiones, disfrutamos de las películas sin censura, toda vez que  al acabar la función, los empleados la proyectaban para hacerles los cortes necesarios y fueran aptas para el público de todas las edades. 
Los juegos mecánicos de Fausto Ordóñez servían de diversión para los festejos en honor a la virgen del carmen, durante el mes de Julio. 
Seria poco el espacio para relatar tantas vivencias y convivencias de aquellos años. Justo es de reconocer el esfuerzo de nuestros padres y hermanos ya que con su trabajo tuvimos una vida sin riquezas pero tampoco sin estreches. Muchos de quien hoy en día tenemos una profesión, en gran medida se lo debemos a la calzada. 
El petróleo llego y con el numerosas familias de toda la geografía nacional. Las ventas se incrementaron y el trabajo también. Varios emigramos a otros lugares a continuar con los estudios pero ello no menguo la relación entre quienes nos crecimos en el centro de la ciudad. Al paso de los años, como todo, el inmueble se volvió obsoleto y disfuncional  y ya no era acorde a la vialidad y el urbanismo lo aniquilo. 
Fue en el periodo de gobierno estatal de Antonio González Curi, que ha sido el gobernador con mas obra publica en la isla en los últimos cinco sexenios, cuando se toma la determinación de derruir la calzada  
“Juan B. Caldera” y se construye el modesto malecón y junto a el, un edificio que alberga a algunos de los originales locatarios. No tengo idea cual sea su nombre, se que es un edificio que pertenece al gobierno del estado. Acudo con regularidad al café de Ramón Vadillo. Uno de los pocos locatarios de antaño. Tengo entendido que se formo una asociación cuya solidez jurídica no es la necesaria. Conozco las diferencias tanto personales como legales  entre sus miembros. Con tristeza escucho de aspectos que distan mucho del comportamiento y la cordialidad que existió en la desaparecida calzada. Creo, que por respeto a esos tiempos a esas familias pero sobre todo, a don Juan B. Caldera, el gobierno del estado debería de dotarlo de algún nombre y no seguir llamándole como de esa forma. Digo, eran otros tiempos y ya son otros los personajes.