martes, 6 de octubre de 2015

CARLOS ARANDA Y ARMANDO FLORES, VERICUETOS DE UN TRIENIO


Él mandaba y si se equivocaba, volvía a mandar. Para ello el Ex  Presidente Municipal, Enrique Iván González López le cedió tal poder y se encargaba que sus subalternos y la comunidad, se enteraran que su voz era la de él. Al inicio de la Administración 2012-2015, las pugnas entre el flamante Coordinador de Directores,  Carlos Aranda Díaz y el entonces Tesorero Municipal, Armando Flores Kuri, se tornaban cada día más álgidas y evidentes. El primero, de cinco años a la fecha, “diseñador” en la construcción de un proyecto, asesor, confidente y el hombre de mayor cercanía de quien, hasta la actualidad, ha sido juzgado como el peor Presidente Municipal en la Historia de Ciudad del Carmen. 

El segundo, casi un miembro más de la familia González- López- En el trienio 1992-1994, funge como subtesorero de ingresos pero tiene que dejar su puesto por la puerta trasera tras salir mal librado en una auditoría exprés y por orden contundente del quien Gobernaba al Estado, Jorge Salomón Azar García- en su oficina, detrás de su mullido y lujoso sillón ejecutivo, destacaba una foto donde lucía al lado de la hermana menor de Enrique Iván, misma que colocó en la naciente Coordinación de Desarrollo Urbano y, se ostentaban como pareja sentimental. El tiempo se encargó de la realidad y del señuelo.

Volviendo al tema de hoy, las disputas entre dos de los hombres cercanos se hicieron evidentes desde la campaña electoral mas González López enviaba señales que los que saben leer, entendieron, Carlos se encargaba de todo y Armando solo de las Finanzas, supervisado por Aranda. Una vez ganada la elección, Enrique Iván sube a la red social Facebook desde su cuenta, una foto en donde se muestran el, su esposa, su hijo Alejandro, sus dos hermanas y Carlos Aranda, haciendo el brindis en burbujeantes copas con Champaña, más claro ni el agua de manantial.

Inicia la administración y después de hacerle un público reconocimiento que no estuvo al nivel de quien lo hizo candidato, Fernando Ortega Bernés, Aranda Díaz coloca a gente de su confianza en posiciones claves, veta y bota nombres o propuestas en todo el Gabinete y en la emblemática nómina de “Asesores” o “aviadores” que algunos ganaban salarios más altos que los mismos funcionarios. Asigna sueldos, aplica descuentos del trienio pasado en los mismos cargos según su conveniencia e inicia una permanente grilla en contra de Flores Kuri y otros funcionarios incómodos, total, él era el Pepe Grillo del entonces Edil, él era la mano que mecía la cuna, él era el que mandaba, como Billy con Chely, como Juan Mendoza (entre otros) con Pablito actualmente.


El detonante que propició la aceptación de la renuncia de Flores Kuri, misma que presentó desde el mes de Junio del 2012 y se hizo efectiva el 15 de Julio posterior, fue la negativa del aún Tesorero Municipal a pagar un cheque a favor de un cercanísimo familiar de la pareja familiar y que se enriqueció desorbitadamente al amparo y con la complicidad del familiar político.
Resulta que este personaje, con derecho de picaporte en la misma habitación conyugal de Enrique Iván, fue uno de los proveedores privilegiados del trienio y cuya facturación era de una familia de “abolengo”, cuyo Abuelo fue Presidente Municipal pero, hoy, casi todos son Panistas. Lo común en la actualidad en nuestra política “democrática”.
Sin cubrir la normatividad que señala la ley, el pariente cómodo, surtía el material requerido o la obra realizada y sin requisición ni cubriendo el necesario burocrático procedimiento, llegaba como Juan por la casa y sin hacer antesala, entraba a la oficina del Tesorero Municipal, le entregaba la factura y le ordenaba el pago inmediato, fuera este en Cheque o en efectivo, si era lo último, mejor, por aquello de los impuestos.


Flores Kuri lo acepto en varias ocasiones hasta que dada la precaria situación económica que fue distintivo de la administración 2012-2015, se niega y le indica al personaje en cuestión, que tiene que cubrir los requisitos que la ley, le señala que de lo contrario no le podrá hacer efectivo su cobro. Este, emberrinchado y conocedor de quien era el que mandaba, se queja con Carlos Aranda, quien solicitó, raudo y veloz, levanta el teléfono de la red privada y le indica a Flores Kuri el pago inmediato. Esté sube con el Alcalde y le indica que esa situación le generaba muchos problemas contables y legales, además que no siempre se contaba con el recurso económico. González López lo mira con ojos que apunto estuvieron de salir de su órbita, le pega tres jaladas al treintaiunavo cigarro del día y con voz de Dictador le señala a Flores Kuri lo siguiente. “Que te quede claro, lo que te ordené Carlos Aranda es como si lo dijera yo, son órdenes y esas no se discuten, se acatan y, si no entiendes o no te gusta, la puerta está abierta y me presentas tu renuncia”.

La suerte estaba echada para ambos y Flores Kuri fue renunciado en el momento que el Alcalde no soportó las quejas de su Alter ego y Aranda Díaz fortaleció su papel de Presidente de facto. Continuaremos.



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