martes, 4 de diciembre de 2012

LOS QUE MANDAN EN EL GABINETE PRESIDENCIAL


El 27 de julio de 2005, el ex presidente Carlos Salinas de Gortari asistió al funeral del ingeniero Gilberto Enrique Peña del Mazo, padre del entonces gobernador electo del Estado de México, Enrique Peña Nieto. Para sorpresa de los asistentes, Salinas llegó acompañado de Emilio Chuayfett, ex gobernador mexiquense, ex jefe de Peña Nieto en 1993.
Como símbolo de “unidad” frente a la tragedia personal del joven sucesor de Arturo Montiel, Salinas se dejó fotografiar con éste y con Alfredo del Mazo González, su ex adversario por la sucesión presidencial en el gabinete de Miguel de la Madrid en 1987. Montiel y Del Mazo eran los dos “tíos” más encumbrados de Peña Nieto. Junto con Chuayfett, los ex gobernadores más poderosos.
En ese funeral quedó claro que una de las máximas de los grupos políticos de Toluca era la unidad por encima de las diferencias para lograr su máxima ambición: recuperar para el PRI y, en especial para el mítico Grupo Atlacomulco, la presidencia de la República, por encima de las diferencias generacionales.
Este pacto se concretó con la integración del próximo gabinete de Enrique Peña Nieto. La mayoría de sus integrantes tiene dos características fundamentales: su vínculo con las dinastías priistas en el Estado de México o con el ex mandatario priista más polémico, Carlos Salinas de Gortari.
El propio Emilio Chuayfett, ex presidente del IFE creado con Salinas de Gortari, ex gobernador, ex secretario de Gobernación con Ernesto Zedillo, y ex diputado federal en dos ocasiones, revivió con una de las posiciones de mayor poder en el futuro gabinete.
Será el titular de la Secretaría de Educación Pública, responsable de las negociaciones con el sindicato más poderoso del país, encabezad por Elba Esther Gordillo, su adversaria en 2003, cuando ambos disputaron la disputa el control de la fracción parlamentaria del PRI en la Cámara de Diputados. Chuayfett era aliado de Roberto Madrazo, quien quiso desplazar a Gordillo como interlocutora con el gobierno de Vicente Fox.
La trayectoria de Chuayfett en el Estado de México no se explica sin el padrinazgo de Carlos Hank González, el otrora hombre fuerte que unificó a través de los negocios y del reparto de espacios de poder a los distintos grupos políticos priistas en la entidad.
Desde que Hank González falleció en 2001 muchos de sus herederos han pretendido erigirse en el nuevo vértice de la política mexiquense y de su proyección nacional. En la conformación de su gabinete, Enrique Peña Nieto concreta esta aspiración.
“Hank ha muerto, pero no termina el ciclo que inauguró por dos razones: construyó una alianza político empresarial que retroalimenta las obras del poder político con los negocios privados”, afirmó el político tabasqueño Humberto Hernández Haddad (ver Proceso, No. 1294).
La Vieja Guardia de los “Tolucos”
Chuayfett es el político toluquense  con más experiencia en cargos nacionales y con más formación intelectual, en medio de una generación que ha privilegiado la mercadotecnia televisiva o el conocimiento tecnocrático, como el propio Enrique Peña Nieto o su futuro “súpersecretario” de Hacienda, Luis Videgaray.
La biografía de Chuayfett lo vincula juvenilmente con Jesús Reyes Heroles, el patriarca ideológico del PRI, y con Carlos Hank González, el símbolo de la cleptocracia priista. Gracias al aval de éste último, Chuayfett fue procurador federal del Consumidor (Profeco) y el primer director general del recién creado Instituto Federal Electoral (IFE), tras la reforma emprendida por Carlos Salinas de Gortari después de la crisis electoral de 1988.
En 1993, Chuayfett fue el sucesor de Ignacio Pichardo Pagaza como gobernador mexiquense. Su habilidad política le permitió tener el apoyo tanto de los hankistas como de Alfredo del Mazo González, en cuyo gobierno fue secretario de Educación estatal.
En aquella campaña de 1993, el joven originario de Atlacomulco, Enrique Peña Nieto, se sumó al equipo Juan José Guerra Abud, futuro secretario de Desarrollo Económico en la primera parte del gobierno de Chuayfett. Peña fue su secretario privado. Ahí se integró a un selecto club de “secretarios privados” que luego ascenderían en el gobierno de Arturo Montiel. Fueron conocidos como los Golden Boys.
Durante el gobierno de Chuayfett y su interino César Camacho Quiroz, Arturo Montiel, se fue perfilando como el futuro gobernador, dejando en el camino  a otros políticos de mayor trayectoria, como Humberto Lira Mora o Mauricio Valdez.
De los gabinetes de Chuayfett y Montiel proviene Juan José Guerra Abud, el primer jefe burocrático de Peña Nieto, quien será el titular de la Semernat en el futuro gobierno federal.
Guerra Abud es ingeniero mecánico, dedicado a prósperos negocios en el área de la infraestructura y el transporte. Fue director general de la empresa Krone Comunicaciones (1990-1992), presidente de Unitec Boelhoff (1992-1994), presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) de 2001 a 2009.
Ese año, Guerra Abud se convirtió en diputado federal por el Partido Verde, con el claro apoyo político y financiero de la administración peñista. Fue el coordinador de la bancada del PVEM en la LXII Legislatura. Durante la campaña electoral de 2012, Guerra Abud fue coordinador para los temas de Medio Ambiente.
Otro político-empresario mexiquense, proveniente de los viejos grupos priistas, es Gerardo Ruiz Esparza, futuro secretario de Comunicaciones y Transportes en el gobierno peñista.  Ruiz Esparza fue uno de los funcionarios consentidos del expresidente Miguel de la Madrid y aliado de Alfredo del Mazo González.
Ruiz Esparza fue secretario general de Gobierno en la administración de Alfredo Baranda, interino nombrado por Del Mazo cuando ascendió a la Secretaría de Energía, Minas e Industria Paraestatal en 1987. Cuando Del Mazo fue el candidato priista a la jefatura de Gobierno en 1997, Ruiz Esparza fue su coordinador de campaña.
Durante el gobierno de Peña Nieto, Ruiz Esparza fue el secretario de Comunicaciones, al mismo tiempo que fue presidente del Consejo de Administración de la Administradora Mexiquense del Aeropuerto Internacional de Toluca (AMAIT), el mismo sitio a donde llegaron 25 millones de pesos en efectivo enviados por el gobernador veracruzano Javier Duarte, al inicio de la precampaña peñista.
En la contienda del 2012, Ruiz Esparza fue nombrado Coordinador de Compromisos del candidato Peña Nieto. Al interior del equipo priista era identificado como uno de los recolectores de donativos empresariales más importante.
Otro nombramiento con el sello de Toluca, es el de Alfonso Navarrete Prida, funcionario cercano a Jorge Carpizo, ex rector de la UNAM, que en el gobierno de Arturo Montiel jugó un papel protagónico como procurador General de Justicia del Estado.
Navarrete Prida fue el responsable de las investigaciones sobre el crimen de Enrique Salinas de Gortari, ocurrido en diciembre de 2004, y del expediente en contra de Arturo Montiel por presunto desvío de recursos y lavado de dinero, ya en el gobierno de Enrique Peña Nieto.
En el próximo gabinete, Navarrete Prida ocupará la Secretaría del Trabajo. Su papel fue determinante para desatorar la reforma laboral avalada por Peña Nieto y por el gobierno saliente de Felipe Calderón Hinojosa.

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