ENRIQUE IVAN, TRISTE FINAL....

Quique:

Me había propuesto no volver a escribir  entorno al acontecer de tu administración por varios motivos que ambos sabemos. La lealtad y la gratitud son valores que pongo en práctica y más, cuando vienen de alguien a quien aprecio y admiro. La cantidad material pasa a segundo término. Mi agradecimiento por el hecho que me hallas propuesto para ser una opción de ocupar el cargo que ostentó, es algo que considero y me obliga a guardarte fidelidad y dar la cara por ti cuando considere necesario, sin que me lo pidas ni agradezcas, tampoco que exista mediación económica de por medio.  Me nace y si nadie de tu equipo o gente de confianza, lo hace, yo sí.  Así soy y  no puedo evitarlo. La opinión de la gente?, Sin importancia me tiene.

¿Qué pasó, para llegar al sentir de gran parte de la población? De tanto vituperio y denostación? Falló tu equipo responsable de dar a conocer toda la obra pública realizada en tu periodo? Sin duda mucho tiene que ver. ¿Varios de tus colaboradores te fallaron y hasta traicionaron? Es evidente. Creo que tu éxito en el servicio público te generó mucha maledicencia y nula gratitud a los muchos que ayudaste sin merecerlo.

Aun no entiendo el  motivo que tuviste para no darle a conocer a la comunidad de la enorme deuda que recibiste, sin precedente,   y que te impidió realizar un trabajo sin antepuestos en beneficio de la comunidad que confió en ti con su voto y te dio la oportunidad de ser Presidente Municipal. ¿Amarres políticos? ¿Compromisos subterráneos fuera de ética? Quien sabe, pudo ser cualquier cosa, lo cierto es que fue un error y el resultado salta al oído de la población, ni te lo agradecieron y si han sido despiadados contigo. Ellos, los culpables originales.

En política sólo se está muerto cuando los restos mortales se meten en la bóveda y tú tendrás que aguantar vara, comer mierda y esperar tu retorno. Ellos lo saben y disciplinado eres, pero también inteligente e indispensable. Si te tienes que defender y dejar solos a los que te impusieron y por la vía libre se fueron, que con su pan se lo coman. Si algo te angustió en tu mandato, no fue hacerte del bien público sino resolver el terrible problema de deuda pública que heredaste. Nadie, de quienes te conocemos, te hemos conocido por ambición de dinero, digo, tus padres siempre fueron personas que honradamente ganaron su dinero. A mí me consta, ganabas mucho más en el ejercicio de tu profesión.

Termino como inicie, quizás con un reproche, me descontaste el 50% del salario, pero me diste la oportunidad de volver al servicio público. No te generé problemas, la oportunidad la hice doble y fuimos autosuficientes.

No te dejes, da a conocer toda la obra pública que hiciste y todos los obstáculos que has tenido que sortear para realizarla.

Lealtad y gratitud.

No podrán.