miércoles, 22 de agosto de 2012

GOBIERNO MUNICIPAL: LOS QUE ENTRAN, LOS QUE SALEN Y LOS QUE REPITEN


Los cambios en la política trianual en todos los municipios de nuestro país genera incertidumbre, desconcierto, confusión y angustias que se pueden manifestar de diversas formas, las más comunes: diarreas crónicas, ansiedad, exceso en el uso de pasiflorina o tranquilizantes y esto ocurre, tanto en los que se van como en los que tengan alguna posibilidad de llegar a la nueva estructura gubernamental  y aplica lo mismo para los que dejan puestos de primer nivel como hasta el más modesto afanador, los del adiós y los de la buenaventura.
El tiempo de la transición, es decir, en el que ya existen dos Presidentes Municipales, el que se va y el electo, aparentemente se convierte en una calma similar a la que ocurre cuando se está en el ojo del huracán toda vez que después vendrá el temporal con mayor fuerza y arrastrará a la gran mayoría de los que ya bailaron, a la triste banca, esa, la que nos vuelve a la realidad, a la condición de simples mortales, comunes y corrientes y, a los que llegan, a disfrutar las mieles del carnaval cargado de adicción de la política rupestre de provincia.
Desde mi butaca en gayola y sin más línea que la que dictan mis escasas, pero suficientes neuronas, haré unos breves comentarios de los que se van y de los que llegan, sin omitir, desde luego, los que quieren repetir, aunque sea con Bicarbonato. Iniciando con los que se van, imagina usted, amable lector, lo difícil que debe ser, tal y como lo señala el tango: “sentir la tristeza de haber sido y el dolor de ya no ser”; ¿acostumbrarse de nuevo a lo de antes, a tener que trabajar, literalmente hablando para poder subsistir? Desde luego que esto no aplica para aquellos que fueron precavidos, ahorrativos o simplemente mano largas con el dinero público. Mas la adicción por las primeras filas, los presídium, el escuchar los aplausos cuando mencionan nuestro nombre en eventos públicos, la compañía de los amigos de ocasión e interés, las entrevistas, las fotos en los medios de comunicación, el saludo y la palmada en la espalda de los poderosos y que todavía seguirán bailando, todo eso, amable y consecuente lector, cuando se deja de tener, pega hasta la medula y el ego, la vanidad y el autoestima se van por los suelos.
 Lo acepto, observo con cierta picardía mezclada con morbo, la falsa seguridad que quieren manifestar en público los que tiraron los voladores más grandes y quienes ahora tendrán que recoger sus varas o el repudio de quienes se sintieron sus amigos antes de y que nunca se lo manifestaron en donde se revela la amistad sincera de la política: la nomina. Ahora andan en su gira del adiós asistiendo a todo evento público, sea este político, cultural, social o hasta funeral no obstante no hayan conocido al difunto. De lo que se trata es de estar presente, de seguir siendo el resplandor del evento aunque su luz ya no tenga potencia, aunque su brillo ya no tenga más color que el grisáceo  del rechazo, aun poco disimulado, después de la última quincena, con toda la contundencia de la evidencia. Remato con la frase del poeta de la música, Serrat “nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”.
Por otra parte y en cuanto a los que quieren subirse en el  nuevo tren trianual revolucionario, , hay tantos, podríamos decir, cientos sin exagerar, que están a la espera de la llamada telefónica, vaya, aunque sea un democrático mensaje de celular o ya de perdida, un cerrón de ojo del Presidente Municipal electo. Con eso se conformarían para seguir alimentando la ilusión de creer que a partir del primero de octubre pasaran a mejor vida: a puestos de primer nivel, o de segundo, o de tercero, lo importante es estar, disfrutar de ser de los que mandan, aunque sea a los perros callejeros.
Hay quienes estuvieron en campaña y aunque cobraron por sus servicios se sienten coparticipes del carisma que llevo al triunfo electoral de quien los invito, o contrato, a apoyarlo en busca del voto popular, estos, son los más desesperados, sobre todo, si no hay escuchado las palabras mayores, esa que dichas por el Presidente son similares a las pronunciadas por modernos semidioses.
No podemos omitir a quienes de una u otra forma, ya sea la relación de amistad, de haber participado en el proyecto antes de que este cuajará  o por el simple hecho de ser su conocido de saludos, por tutearlo y permitirse bromear con él y hasta llamarlo por su apodo, ya se siente con todo el derecho a ser emplazado. El adagio bíblico señala que muchos serán los convocados pero pocos los elegidos  y esto aplica también. No podemos omitir la innumerable cantidad de compromisos adquiridos en el itinerario de su propósito y de igual forma, las recomendaciones u imposiciones que será objeto por parte de quienes en verdad le ayudaron  a llegar al lugar que ocupará a partir del primero de octubre, las cuales pesan más que haber tenido diez de calificación en eficiencia y eficacia curricular.
Estarán a la diestra y siniestra del preciso quienes estén en su ánimo, quienes le hayan mostrado lealtad hasta la ignominia. Aquellos que le sirvan en su propósito de trascender en la historia de su pueblo, de su municipio, de la tierra que lo vio nacer y la de los suyos. Infantil sería creer que no hay una siguiente meta, político que no aspira, expira, por lo que puedan ser un lastre para la siguiente estación, tendrán que conformarse con estar a la periferia del grupo de poder, sea esta la nomina, el sobre color manila, obras o contratos públicos o ya muy jodido, el saludo benevolente del que manda y pequeños favores o gestiones de quienes lo acompañaran ¿los tres años? Lo dudo en relación a la mayoría, el tiempo que sean útiles, no se enreden de más o no estorben.
En cuanto a los que quieren repetir, dan pena ajena verlos buscar la mirada y el saludo de a quienes hace tres años ignoraban y le volteaban la cara. Ahora, hasta con la servidumbre o cercanos del Preciso quieren quedar bien, los buscan, les invitan cafés y desayunos y en más de un caso, hasta buenas viandas y licores. Es triste y genera desosiego dejar de estar en la nomina pero peor aun es, estar boletinado por el que manda, pertenecer al triste pelotón de los apestados, de los que fueron y ya no son, de los que tuvieron a la mano ayudar a su comunidad y solo procuraron el bienestar de la familia, de la suya, desde luego y mientras tanto, tic tac tic tac, las manecillas del reloj avanzar sin cesar y las tres quincenas, pronto serán dos, luego una y entonces, el sueño habrá terminado para unos e iniciado para otros.  Esta es la realidad de Política domestica en la provincia mexicana.

3 comentarios:

  1. EEEEXELENTE MAESTRO LA REALIDAD ES CRUDA PERO MAS DOLOROSA LA CARGA QUE VIENE CON ELLA ASI ES ANIMOOOO MI LIC SALUDOTES Y FELICIDADES EN SU DIA ATTE Germias Arias Jimenez

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  2. Esa es la triste realidad,que creen que el estar en una posicion del gobierno, es eterno, nada es eterno,ni el saludo que de algunos del antes de, lo tenias,y estando en el puesto ni te saludaban como si fueran, super dioses,la ley de issac, todo lo que sube ,baja, ahora querran volverte a saludar,pero notaran la diferencia del saludo gélido,y por los que vienen que se pongan a trabajar y a canalizar bien los impuestos, de juan pueblo,y dentro de tres años daremos la opinion correspondiente saludos

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  3. excelente articulo¡... me recuerda a los libros de Luis Spota, donde se narran las componendas del poder y el terror que causa vivir fuera del presupuesto jeje.

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