lunes, 29 de septiembre de 2014

RENATO SALES HEREDIA, CAMPECHANO EJEMPLAR... POR ROGER CORNELIO

 A propósito del tema de la delincuencia juvenil en Champotón –como en otros municipios-, me remito al ensayo “La cuna de la violencia; políticas de prevención contra el maltrato y la violencia en la niñez”, escrito por el jurista campechano Renato Sales Heredia, hasta hoy Coordinador Nacional Anti Secuestros.
En este análisis desgrana una serie de argumentos para determinar que “…existe correlación directa entre la educación, mejor dicho la carencia de educación, y la incidencia delictiva”. Su estudio tiene base científica. Retoma teorías de los grandes pensadores, las clasifica y adapta a las circunstancias nuestras.
Abona esta tesis a la creencia de que el principal rezago en México es, precisamente, la educación temprana; y como consecuencia, la incidencia en el índice delictivo. Tema que por espinoso y difícil de tratar, no termina de resolverse. Por ello la importancia de abordar este lastre que preocupa a muchos y ocupa a otros más.
Renato Sales Heredia escribe: “Infancia es destino. Nunca esta frase, este axioma del psicoanálisis, ha tenido más sentido: el menor que transita al periodo escolar, que llega a los seis o siete años de edad, proveniente de una familia en desintegración, rodeado de violencia y sin apegos, muy probablemente será el que no termine la primaria…
“Muy probablemente será uno de estos prescindibles, cifra de los 300 por cada cien mil, piedra de escándalo. Víctima o victimario en la espiral del crimen. Si en los asesinos predomina lo que se conoce como bajo control de impulsos y la neurociencia indica que la fase crítica (en que) se desarrolla corre de los ocho meses a los dos años de edad, podemos afirmar entonces que no hay mejor prevención de la violencia que acudir a la raíz misma, a la primera infancia”.
Y se pregunta: ¿Hay algo en la infancia del asesino que agudice una inclinación o genere condiciones propicias para el desarrollo de la personalidad violenta? Y si ese algo existe podríamos pensar válidamente, que retirado ese presupuesto ¿esa vida humana correría con mejor suerte?
Al parejo de mejorar los planes de estudio desde edad temprana como son: guardería, jardín y primaria, va la prevención del maltrato y de la violencia en la niñez. Debe complementarse con políticas dirigidas a los padres de esos niños y niñas.
Renato sabe de lo que habla. El campo de lo jurídico y las ciencias humanas es su fuerte. En el mismo texto que le publicó una prestigiada revista nacional, el campechano narra su experiencia durante el interrogatorio a una asesina en serie cuyas víctimas eran ancianas.
“Me tocó de cerca investigar un caso de estudio. El caso de Juana Barraza, “la mataviejitas”. Logramos demostrarle cabalmente veinticinco de los treinta y seis asesinatos que se le atribuyen. Juana vivió una infancia terrible. La madre la golpeaba con frecuencia…
“La intercambió a los doce años por un paquete de cervezas. Barraza asesinaba a las ancianas en las que retrataba a su madre. Nunca olvidaré su mirada cuando al preguntarle por qué mataba, me respondió: -¡Por coraje, por coraje!-. Ese coraje fue fruto de una primera infancia devastada”.
Interesante en verdad la tesis de Sales Heredia. Y como él mismo señala: “Posiblemente el costo de la prevención es alto, pero el costo futuro asociado a miles de jóvenes de baja escolaridad, con bajo control de impulsos, y pocas oportunidades, sin duda, es mucho más alto. Económica y socialmente hablando”.
En verdad que humanistas de este tamaño, con visión de estado, son imprescindibles para la construcción de un mejor México. Y nos honra doblemente el hecho de que sea un campechano el que tenga tamaño resplandor. Sea pues… 

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