MARIANO Y YO, UNA RELACIÓN DE TOMA Y
DACA
Nuestros padres mantuvieron una relación
afectiva; antes, nuestros abuelos
Con Mariano Espinosa Rafful he mantenido una relación de afecto pero también
de desencuentros, Hay cosas que nos identifican pero por igual en las que no
coincidimos, tanto en lo personal como en la manera de ver la vida y quizás muchos dirán, bueno ¿y a mí que carbón me
importa cómo se llevan estos dos loquitos ( o el adjetivo peyorativo que usted
guste) más yo escribo por afición, con faltas de ortografía , en ocasiones,
horrores gramaticales y sin mayor interés de verter mi sentir en lo que se me
ocurra al despertar. El que guste lo lee y el que no, no.
El, mayor que yo, ha vivido desde muy
joven en la Ciudad de México y en las vacaciones, teníamos palomillas
distintas. Posterior a ello, al regresar al terruño querido, como forma de
ganarse la vida, incursionó como gerente en las entonces llamadas Discos,
restaurantes y hoteles, la vida nocturna y ese ambiente se le da y no encuentro
objeción en ello. Su peculiar ojo alegre es el aliciente plus.
Posteriormente, con la llegada de José
Jaber Rafful con el proyecto de ser Presidente Municipal, lo cual cristalizó,
ambos nos unimos a su equipo de trabajo, el, en la coordinación de logística,
yo en el área de Comunicación Social y siendo sinceros, fue una relación de
mayor índole masoquista que afectiva. Mariano fue los ojos y los oídos de Jaber
Rafful y esa ventaja la utilizaba, en ocasiones, con perfidia lo cual le generó
mi disensión y cada que podíamos, la zancadilla nos metíamos. Jóvenes
inexpertos al fin, no entendíamos que juntos pudimos llevar una relación sana y
de beneficios para ambos. También, de protección ante los recurrentes exabruptos
de quien fue nuestro jefe.
Al concluir el trienio, ambos en la
incertidumbre del desempleo y la inestabilidad emocional con altos decibeles,
tomamos rumbos distintos, el con un fallido proyecto en donde invirtió tiempo
dinero y esfuerzo, yo, a trabajar, primero, en la Central Obrera local y luego
en un modesto Banco, hoy desaparecido, de cajero ya que ningún trabajo denigra
cuando el propósito es llevar el sustento al hogar y cumplir con
responsabilidades.
Posterior a ello, Mariano, retorna al
entonces Distrito Federal, contacta amistades
y el entonces Director General de autotransporte, Fernando Peña Garabito
y Pedro Vásquez Colmenares lo ubican en una modesta posición administrativa y viendo su desempeño, lo
ascienden a subadministrador tributario en la delegación de Tacuba.
Regresa en 1999 a Ciudad del Carmen y a
lo suyo: administra un restaurante y dos sitios, como se dice coloquialmente, para
tomar la copa, Marianaos y fórmula uno , negocios que le rindieron hasta que la
llegada de franquicias y la apertura de más giros de la misma índole, hizo que
mermaran sus ingresos, cerrara los bares y retornara al D.F. incorporándose a
la Cámara de Diputados como asesor de Arturo Martínez Rocha, entonces
legislador Federal y por un tiempo, de la hoy delegada federal, Rocío Abreu
Artiñano, mismo que combinaba con el placer de escribir sobre temas y tópicos de
interés general y, como todo incipiente en esas lides, sus primeras columnas no eran muy digeribles
pero en la actualidad ha perfeccionado un estilo personal, lo hace a diario en
un periódico de circulación estatal y una revista de circulación nacional,
sitios que le han permitido ganarse un lugar en el medio y una considerable
cantidad de lectores, el cual me incluyo. No omito agregar sus esporádicas apariciones
en la Televisión de canales de la Capital del Estado.
Como señale inicialmente, nuestra relación
ha tenido momentos de paz pero también de guerra, tal vez aplica lo que dos
polos negativos generan uno positivo o todo lo contrario lo cierto es que ya en
el otoño de nuestra vida, tomamos la sabia decisión de enterrar la inicua hacha
de guerra y llevar la relación con fraternidad mordaz. Existe un proyecto que
espero se materialice y la Anaconda con
el Paseíllo, aunado a un exitoso empresario y dos libres pensadores, dará mucha
tela de donde cortar.
Concluyo con una anécdota de Mariano
que no tiene nombre: en el año 2006, como todo hombre, animal político, buscó
estar en la papeleta electoral bajo las siglas del Partido de la Revolución Democrática
cuyo contendiente a la Presidencia de la Republica, Andrés Manuel Lopez Obrador,
fue despojado de su triunfo por la vía del fraude pero esa es otra historia.
Mariano, acude al CEN del PRD a
expresar su legítima aspiración y le dan la indicación de darse baños de pueblo,
de caminar y hacer una discreta precampaña. Lo curioso de la anécdota es que un
domingo acude, en unión de su familia, a escuchar misa en la Parroquia del
Carmen y el hombre, como andaba en campaña, a la hora en que el cura llega al
protocolo de la Paz de Señor, sin ningún rubor, cumple fielmente con
ordenamiento y le da la mano a todos los asistentes, que eran más que de
costumbre, incluyendo al Sacerdote, monaguillos y personal de limpieza, solo le
faltó la pianista y eso, porque estaba en el segundo piso. Ya imaginaran la
cara del Cura quien tuvo que pedirle, molesto, a Mariano que con los que llevaba era
suficiente y que le permitiera concluir la misa la cual, por cierto, duro menos
que el proselitismo de Mariano. Desde el momento en que serio me lo contó, una catarsis
de risa me invadió, la misma que al momento de escribir estas líneas. Me hubiera
gustado grabarlo.
El 2018 parece lejano aún más él
tiene sus aspiraciones y espero que en esta ocasión si de el paso e incursione
como protagonista en el poder legislativo, Mariano, con todos sus
defectos, tiene mayor talento,
experiencia y habilidad que muchos que han llegado a ocupar una Curul en el
congreso del Estado, como aquel Panista que en la actualidad repite por la vía
plurinominal y que en la primera ocasión en que fue legislador local, solo subió
una vez a tribuna para decir que si Juárez no hubiera muerto todavía viviría .
Para pena ajena. Suerte Matador! Hasta la próxima.
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