Homicidio Culposo: Consiste en causar
la muerte, un ser humano a otro, obrando con culpa, o sea, sin intención o
dolo, pero con negligencia.
La
Universidad Autónoma del Carmen (UNACAR)
está de luto; la comunidad universitaria, desconcertada y la población Carmelita
indignada ante la tragedia en el que perdiera la vida una joven estudiante de
la carrera de Medicina de la Facultad de Ciencias de la Salud , mientras
realizaba actividades de Formación Integral que representan créditos para los
alumnos pero en donde no se tomaron las medidas de seguridad para una actividad
de peligro como es el realizar juegos en la Laguna de Términos, en una zona
dragada, sin protección alguna de personal de la UNACAR, quienes de forma insensata
no han dado una explicación y solo un escueto y desvergonzado boletín de prensa
que genera más irritación que tranquilidad en la población.
El Rector, José Antonio Ruz Hernández
ha guardado un irresponsable silencio ante el lamentable hecho que tiene a una humilde familia destrozada emocionalmente por
la extraña muerte de su hija, quien con el esfuerzo de sus padres, salió de su
lugar nativo, Tamulté de las Sabana, Tabasco, con un cumulo de ilusiones y anhelos
para tener una formación Académica que le permitiera un mejor porvenir para
ella y los suyos. Ahora, sus restos
mortales han regresado a su lugar de origen, inerte y con el apoyo de una agrupación
de jóvenes denominada “Manos Solidarias por Carmen”. Una esperanza rota en la
flor de su vida y, un Rector insensible e incapaz de dar la cara y un consejo
universitario que no tiene nada de Honorable y sí mucho de responsabilidad y
complicidad ante este trágico suceso y demás hechos de presunta corrupción. Como muestra un botón: el caso
Aguascalientes, un fraude de cientos de millones de pesos que hasta el día de
hoy, no se clarifica ni resuelve, mucho menos se le finca responsabilidad
alguna al entonces Rector, Sergio Augusto López Peña. El manto de la Impunidad
lo protege bajo la sombra “bienhechora” de su padrino político. Del actual
Rector y del consejo universitario (con minúsculas), desalmados y cínicos son
adjetivos calificativos que se quedan cortos.
Se ha iniciado una averiguación previa
(AC-3-2016-128) en la cual se manifiesta que la joven de escasos 19 años, María
Selene Hernández Centeno (quien se señala, no sabía nadar) , falleció por asfixia por sumersión completa, mientras
realizaba actividades “académicas” en
las instalaciones del Campus III de la UNACAR.
La población espera que se aplique la ley
pronta y expedita. El Gobernador del Estado, Rafael Alejandro Moreno Cárdenas, acompañado
del titular del Poder Judicial, Carlos Felipe Ortega Rubio, y Magistrados, un día
antes del trágico suceso, pusieron en marcha la figura Jurídica de los Juicios Orales
y el titular del Ejecutivo Estatal, fue
contundente al señalar que la ley se aplica por igual y a todo aquel que se le
compruebe incurrió en un delito. Se le tiene confianza por lo que lleva de
mandato.
El Rector y los responsables académicos de este tipo de
actividades deben de renunciar mientras las autoridades competentes determinan
que sucedió en realidad, quienes son culpables de la cruel negligencia y sean
sancionados con todo el peso de la ley. Hoy fue la hija de una humilde familia,
mañana puede ser la nuestra. No hay que tapar el pozo sino castigar a los condenados
irresponsables de este evento que a todos nos debe de indignar.
Que el bálsamo de la resignación llegue
pronto a los atribulados corazones de sus seres queridos. Selene Descansa en Paz
en un mejor lugar que este Mundo Profano y que se haga Justicia y se castigue a
todos los culpables.
P. D. Sigo creyendo que es una falta
de ética y contrario a la Ley Federal del Trabajo, que los Ex Rectores estén
pensionados de por vida con más de 100 mil pesos mensuales, como señala la vox
populi. No es ético. No les hace falta y es una ofensa a quienes si necesitan
de esos recursos para su formación académica.
¡RENUNCIE RECTOR!
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