Sin duda, la otrora coordinadora
del blanquiazul en San Lázaro recibirá apoyo ilegal del Gobierno Federal; creo
que volverá a haber injerencia del Ejecutivo en el proceso electoral; gran
parte de los poderes fácticos buscará ofrecerle una mano para ganar el primero
de julio; contará con el apoyo de algunos gobernadores, y de gran parte del
sector católico y conservador de la sociedad mexicana.
Sin embargo, las probabilidades
de triunfo de la diputada con licencia son, de acuerdo con la gran mayoría de
las encuestas, pocas; su posicionamiento entre los números, de cara a los
comicios federales, varía: algunas casas encuestadoras la colocan en segundo
lugar, otras, en tercero. Pero todas lejos de Enrique Peña Nieto, el virtual
candidato del Partido Revolucionario Institucional.
En mi opinión, ni Josefina
Vázquez Mota ni el ex mandatario del estado de México deben ser el próximo
presidente, o presidenta, de la República; porque ambos encarnan la continuidad
de los regímenes que han permitido que florezca una plutocracia que ha impedido
que el Estado mexicano descompense desigualdades, procure justicia y aporte
para el bienestar del pueblo.
Además, tanto el priista como la
panista, han demostrado ser figuras políticas frívolas, sin sustancia ética,
intelectual y política; carente de autoridad moral para gobernar al país. Así
como insensibles hacia los principales problemas que aquejan a las clases
populares, por preocuparse más en servir a la oligarquía, fruto de la
administración del padrino político del mexiquense, Carlos Salinas de Gortari.
En relación específica a Acción
Nacional, por haber sido el gobierno que, en primer lugar, desperdició la
primera oportunidad de democratizar al país; por haber sido el partido que bajo
su gobierno se escapó el hombre más buscado del mundo; por haber dejado el
poder en las manos de una mujer siniestra y sus hijos, personajes de lo más
corrupto y grotesco; por haber permitido que la pobreza creciera; por haber
iniciado una guerra que ha dejado hasta el momento 60 mil muertos; por tener a
millones sumidos en el terror; por haber demostrado que los panistas no cuentan
con sensibilidad política y han resultado unos incompetentes a la hora de
gobernar, los mexicanos simplemente no debemos darles una tercera oportunidad.
Punto.
Las razones por las cuales
debemos impedir a toda costa el retorno del tricolor son más del triple que las
que expongo para evitar que el PAN continúe en el poder; la razón, sencilla: 68
años más de malos gobiernos priistas, que de pésimas administraciones panistas.
Mientras tanto, en nuestro bello
estado de Campeche, no obstante que el cordero de FECAL obtuvo mayoría de votos
y existió apatía, desinterés y dejadez dentro de sus miembros activos y
adherentes lo que genero un abstencionismo de casi el 70 %, los y las
“chepinistas” se frotan las manos, se atribuyen a ellos el triunfo, se ven en
cargos de gabinete motista-me refiero al segundo apellido de la virtual
candidata, no a la hierba también conocida como cannabis-se atribuyen a
ellos(a) el triunfo de su candidata y se olvidan de las descalificaciones previas
y amagues hacia el otrora candidato oficial.
Todo es un carnaval en el que los
que apoyaban a los derrotados, más inspirados por el afán de no salir de la
ubre presupuestal, se dicen “chepinistas “ y en una falsa unidad, están prestos
para librar la batalla del próximo primero de julio, repitiendo todas las
artimañas del 2006, con la asesoría del mercenario de la mercadotecnia sucia, Antonio
Solá y demás jilguerillos que se vendan
al mejor postor, en este caso, FECAL, sean estos de los medios de comunicación
o de los otros partidos políticos que puedan hacer mella a la pretensión de que
josefina llegue a la presidencia de la república. Mi voto ya está definido y
solo votaría por ella si sus apellidos fueran Sierra Damián, mujer a la que
conozco, admiro y amo. Lo demás, es pura algarabía de carnaval y pintadera, así
que, amable lector, a prepáranos para la guerra de estiércol que se avecina.
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