jueves, 1 de marzo de 2012

México se asoma al abismo.

Columna Invitada "Siempre hay otros"

Por Mariano ESPINOSA RAFFUL.


Existe un vacio de poder en la mayor parte del territorio nacional, en los
estados donde las bandas delictivas hacen de las suyas, marcando sus territorios, y es
que se han reforzado las medidas de seguridad con el vecino incómodo del norte, pero
sólo por parte de los norteamericanos.
México no hace el menor esfuerzo como país, para detener el flujo migratorio
hacia nuestro suelo, menos implementa acciones o programas para impedir que más
armas, drogas y todo aquello que nos fomente la violencia ingrese hacia el interior.
Estamos al cuarto para las doce de la entrega del poder presidencial que nos
queda, vulnerado a más no poder en once años y contando, pues no hay mayor
preocupación por parte de las autoridades corresponsables en todo aquello.
Todo ahora mismo se encuentra en el aire, y la lista que podríamos enumerar
es interminable, desde las bravuconadas del todavía presidente Calderón, al puro
estilo de su antecesor Vicente Fox, y al que muchos apostaban no terminaría su
gestión, con las declaraciones la semana pasada en el centro Banamex, acompañadas
de una lámina con encuestas truqueadas para posicionar a su candidata a sucederle en
el mando de los pinos, hasta las irreverencias del presidente del IFE, Leonardo Valdés
Zurita, quien declara ayer en Jalisco que al presidente Calderón no se le puede
sancionar por violentar el proceso electoral, en tregua, por cierto.

La violencia está cada vez más haciendo de las suyas, y las culpas se reparten,
entre los poderes de los estados y el poder presidencial, no aceptan que el envío de
soldados y marinos no evita que se sigan incrementando los hechos delictivos, porque
la sola presencia inhibe la inversión, acaba con el poco comercio local, nulifica al
turismo extranjero y mata la esperanza que pueda darnos el futuro a mediano plazo.
Porque el triunfo en las urnas en 2006, del cuestionado presidente Calderón,
que si bien pasará a la historia, lo acompañarán las seis decenas de miles de muertos,
además inundó el país de violencia, ya Vicente Fox, había tenido la osadía de un
pasadía en la residencia de los pinos, un día de campo que nos duró seis largos años, y
Calderón le dio continuidad destrozando una de las pocas instituciones que se
salvaban en ese entonces, la Secretaria de Gobernación, donde recaía la
responsabilidad de la seguridad interna.

Lo único real hoy es la ingobernabilidad que nos permite estar asomándonos al
abismo, de las manifestaciones sociales por venir, porque los movimientos de quienes
encabezaron propuestas civiles, han sido acotados con candidaturas, como la señora
Isabel Miranda de Wallace con su cuestionada candidatura a la jefatura del gobierno
en el Distrito Federal, por los mismísimos panistas, para acallar sus protestas, así
también el poeta convertido en activista por la muerte de un hijo, Javier Sicilia, ha sido
borrado, porque se ha prestado a las componendas, y sus seguidores empiezan a
abandonarlo, como Julián Le baron.
Toda lucha que se transforma para arrimarse al poder político pierde su
esencia, sus principios, su razón de ser, así como a los partidos políticos.
Hay un vacio de poder creado por el mismo presidente Calderón, que debió irse
ante la incapacidad para gobernar un país que él mismo se complicó de inicio, al
aceptar un cuestionado triunfo en julio de 2006, y no darle a la oposición, como suele
suceder en la mayoría de los países demócratas, ni el beneficio de la duda, ya no
digamos posiciones dentro del aparato gubernamental.

El caos es creciente, las fugas en las prisiones es sintomático, los riesgos de un
estallido social es alarmante, no como el de 1994 en Chiapas y los zapatistas, que hoy
sabemos deambulan con su pobreza y la marginación, y donde pocos ganaron, claro,
como siempre, solo los enviados del gobierno federal dizque a resolver su conflicto.
Los jóvenes que este julio ejercerán por vez primera su derecho a votar, con su
condición de ciudadanos mexicanos, con dieciocho años de edad, nacieron en la
víspera del conflicto armado de Chiapas, y poco o nada saben hoy de ello, ni del artero
asesinato del candidato del PRI a la presidencia de la república, Luis Donaldo Colosio
Murrieta, en ese mismo año, en marzo, y lo sustituyó Ernesto Zedillo, quien entregó el
poder presidencial de una manera tersa en la primera alternancia al PAN.
La historia tendría que contarse tal cual fue, sin dejar con dudas a las
generaciones que habrán de gobernar en el siglo XXI a nuestro México.
Cada fin de semana es trágico, más de cincuenta o sesenta asesinatos en
choques con las fuerzas armadas, la visita del Papa ya lo declaró el nuncio apostólico,
Christophe Pierre no acabará con la violencia en México, y la iglesia católica no pedirá
una tregua al crimen organizado, porque lo que debe prevalecer es la buena voluntad
de las personas.

El país está muy revuelto y las elecciones han llegado a instalarse en un
momento más que complejo, los electores estamos observando la migración de los
políticos de un partido a otro sin pudor alguno, ¿cómo creer que serán las decisiones
políticas que ellos tengan que tomar, las mejores, si lo harán en el limbo de las
especulaciones?.
Estamos en la soledad de las crisis recurrentes, no hay tal impulso a la
economía, los discursos van acompañados de una fuerte carga de futurismo político,
los más de 50 millones de mexicanos en pobreza, ¿con cual esperanza o ánimo irían a
las urnas el primero de julio?, si su futuro se está decidiendo en cada hora que
transcurre, sin tener mayores elementos para subsistir.

El compromiso de los políticos no solo debe firmarse ante un notario público,
se debiera encontrar un mecanismo para impedir que sigan los atropellos de ofertar lo
que no se va a cumplir, los castigos deben acompañar a las omisiones de los políticos
que son votados en las urnas.
Mínimo se les debiera prohibir ir a otra contienda electoral, y no es ser
extremista, lo cual no sucederá porque son ellos quienes deciden, son los que
aprueban las modificaciones a las leyes, ellos mediante el consenso entre las fuerzas
políticas que representan, hacen pasar iniciativas o las mandan al congelador, para ser
archivadas, violentando el estado de nuestros derechos.
Otro escenario político estará por observarse en el 2015, donde ya se
permitirán las candidaturas ciudadanas, y todas aquellas y aquellos mexicanos, que no
les han permitido una oportunidad para contender por un cargo de elección popular,
tendrán el privilegio de ir por esa aspiración legítima de muchos, y negada por los
poderes de los partidos políticos vía los mecanismos poco claros para abanderar sus
causas.

Que más quisiéramos que en plena tregua electoral, todos los actores políticos
sumaran esfuerzos, para concluir de una manera decorosa sus encargos públicos, no
estar dando de tumbos como país, al borde del abismo, por sus nefastas complicidades
y corruptelas.

Comentarios y Sugerencias esmar1010@hotmail.com

1 comentario:

  1. Chely firmo sus promesas ANTE NOTARIO PUBLICO JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA ME RIO DE LOS KE LE CREYERON INOCENTES PALOMITAS !!!

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