DON GUILLO
Siguiendo con el tema de anécdotas de
personajes de todos los ámbitos sociales y políticos de la isla del Carmen,
comentaré dos que a un servidor le tocó conocer y vivir. La primera es de Don Guilliat
González Palomo (EPD), a quien la comunidad llamaba afectuosamente “guillo
mentira” y que supo ganarse la simpatía y el afecto de los laguneros en sus
años de existencia. Don Guillo era un hombre trabajador, que gustaba de la plática
amena, de hacerle bromas a sus amigos y
conocidos y, se distinguía por su buen humor, su vestir atildado y, alabancioso
en cuestiones monetarias, en resumidas cuentas, un buen hombre que gozaba de la
simpatía de quienes le conocían en aquel Carmen de ayer.
En unión de su esposa, Doña Carmen
López Cambranis (EPD), se dedicó a al
comercio, llegando a tener dos licorerías y un restaurante- bar al que
denominaron “Los Jardines”, muy distinto al que aún opera, en la parte de adelante había un
establecimiento de venta de comidas de
la región, destacándose los sábados en que el platillo fuerte era el inigualable
chocolomo, elaborado por doña Carmita, y en la parte posterior tenía una especie de bar-cantina pero de las
antiguas, es decir, no era lo que fuera hasta hace un tiempo y no había show
para varones o table dance, los meseros
eran gente conocida e incluso, se pudiera decir que era de ambiente familiar.
La anécdota de don Guillo aconteció
en el segundo lustro de la década de los 70 del siglo pasado, cuando un grupo
de personajes del Carmen, descontentos por la imposición que una vez más habían
hecho nuestros paisanos de la capital del estado, del candidato a presidente
municipal por el único partido que tenía presencia en el estado, el Revolucionario Institucional
(PRI), se inconforma y bajo los embrujos de aromáticos cafés que disfrutaban en la ya desaparecida calzada Juan B.
Caldera, entre malestar y bromas surge la idea de buscar a un candidato para
que le hiciera frente al del tricolor y por su simpatía y forma de ser
dicharachera , se les ocurre que don Guillo era la mejor opción para ser el
primer edil. Cabe señalar que todos estaban convencidos que lo anterior no era
mas que una guasa y como tal se hizo una especie de mitin en lo que era la
prolongación de la calle 35,la algarabía broto al igual que lemas de campaña
tales como “vota por Guillo que acabara con los pillos”, “no votes por un
pillo, mejor vota por Guillo”, entre otras chuscas, surgiendo también los coordinadores para la fantasiosa campaña
“electoral” de Don Guillo, quedando como coordinador de logística, Enrique
Álvarez Valencia, también conocido como
“la muerte”; encargado de finanzas, Alfredo Julián Ocampo; prensa y
propaganda, mi amigo “la pulga”, a quien llaman también con el nombre de
Raymundo Sánchez Mojica y como coordinador general de la supuesta campaña, don Enrique
Álvarez, a quien la colectividad llamaba
como “la ñapa”., entre otros.
Lo que empezó como una broma se fue
haciendo como una bola de nieve en descenso en todo el pueblo y más de uno se
lo tomó en serio, preocupando seriamente al candidato oficial y real y, desde
luego, a todos los que esperaban algún cargo, contrato o beneficio en su futura
administración municipal. El detalle es
que la noticia llegó como pólvora hasta los oídos del entonces ocupante de la principal oficina
del cuarto piso del gobierno de estado, el Gobernador, quien se traga el cuento
e intranquilo y enojado manda a llamar a
la capital del estado a Don Guillo , quien sin saber el motivo real de la
inesperada invitación, es recibido por el gobernador quien, palabras mas,
palabras menos, le dice: “ya supe Guillo que me andas alborotando la gente en
la isla, así es que o te aplacas o te clausuro tus negocios”; nuestro personaje
regresa a la isla preocupado y al llegar al café a degustar de una aromática
taza y comentar lo acontecido, les pide encarecidamente a sus “promotores de
campaña” que ya le pararan a la chacota porque estaba de por medio el
patrimonio familiar y la respectiva estabilidad emocional. Hasta ahí llegó lo
que fue una broma pero que otros tomaron muy en serio.
CASHAN
La otra anécdota que compartiré no es
tan conocida como la anterior y ocurrió casi dos décadas después y me la contó el primo de un amigo. Resulta que el
entonces presidente municipal, decepcionado por un trágico acontecimiento que cimbró la vida
política nacional y al que atribuyó la pérdida de la candidatura a una
diputación federal, deja de guardar las formas en su afición al dios Baco y, lo
que antes hacía con mediana discreción, lo tira al olvido y una noche de juerga
y agobiado por los humos del alcohol, se
le ocurre recorrer las 2 o 3 discotecas o disco, como se le llamaba en esos
años a los antros de ahora y, con la autoridad que representaba, hace desmán y
medio en los lugares de baile, ordenando
prender las luces, acosando a jóvenes y diciendo vituperios al por mayor a los trasnochados , quienes al
identificarlo, prefirieron salir de los lugares visitados por la primera
autoridad, sobre todo, tomando en cuenta su bien ganada fama de latoso y
prepotente , además que su equipo de seguridad, apenados, de todas maneras
intimidaban con su presencia.
El meollo del asunto es que al día
siguiente, ya con la resaca de la guarapeta , pregunta a su coordinador de
logística los detalles de su proceder y es entonces que tratando de darle un
giro y tranquilidad a su cruda moral, manda a buscar al primo de mi amigo,
quien entonces fungía como coordinador de comunicación social (y que ésa noche
no había participado en festín con su
jefe), y solemne le indica, “licenciado, haga favor de redactar un boletín de
prensa y turnarlo a todos los medios de comunicación en donde se indique que el
presidente municipal, preocupado por la juventud carmelita, realizó una gira de
trabajo en negociaciones en donde se expende licor, verificando personalmente
que no hubieran menores de edad, ni se les vendiera, así como demás disposiciones que marca la ley
para este tipo de establecimientos”, el primo de mi amigo, perplejo y
aguantándose la risa, ya que conocía por boca de el equipo de seguridad lo acontecido horas antes,
movió la cabeza en señal de aprobación y preguntó : “¿algo más señor
presidente?”, recibiendo como respuesta: “dale forma a mis indicaciones y al terminar
con tu responsabilidad, me llevas el boletín con Guayo tiburón, allá te espero”
. Presto cumplió con las dos instrucciones y la fiesta siguió, ya desde luego,
el primo de mi amigo, disfrutando de ella también.
HIJOLES TREMENDO EL SR DON GUILLO, CASHAN
ResponderEliminar