
Quienes
hemos sufrido los embates de la naturaleza desde el siempre mal recordado ciclón
Brenda, allá en los principios de los años 70s del siglo pasado, cuando los
veneros del petróleo no llegaban y las calles de la Isla eran de arena blanca,
nido de olas y palmeras borrachas de sol. Población con sentido de pertenencia,
solidaria y hermanada que no obstante las diferencias sociales, vivía un ambiente
de familia y de respeto, no acontecía lo de ahora en las redes sociales (claro,
ni imaginar que hubieran en aquellos años), en donde todo mundo se da gusto
manifestando sus “expertos” conocimientos en meteorología, ingeniería, desagües,
baches, etcétera, etcétera.
Vivimos en
un lugar en el que estamos a menos de un metro del nivel del mar; el manto friático
a flor de piel y sin desagües con la tecnología al nivel del lugar en donde coexistimos,
cíclicamente tenemos el problema de los baches, en algunas ocasiones,
verdaderos cráteres que podrían servir como pozos de perforación petrolífera;
el cambio climático, que es culpa y responsabilidad de todos quienes osamos
nombrarnos humanos; la apatía (otra vez) de quienes nos han gobernado en sus
tres ámbitos de gobierno, al no invertir para implementar medidas preventivas y
correctivas amalgamado a la inconsciencia social de quienes a diario tiran la
basura donde se les pega el forro de los huesos, da como consecuencia lo que hoy
padecemos TODOS. Los de a pie y los de a carro.

En resumen,
la voluntad existe; Los recursos, tanto materiales, humanos y económicos, están
y solo nos queda confiar en que, tal y como lo ha señalado tanto él, como
el titular del ejecutivo estatal, Fernando Ortega Bernés , la prioridad para
este 2014 será darle al Carmen la honesta aplicación de los recursos en calles
y obras que hagan de nuestra Ciudad, un lugar mejor y más digno donde vivir.
Concluyo
con lo siguiente, que aclaro, es de autor anónimo y el saco al que le quede,
pues que se lo ponga: “¿Qué es un imbécil? Alguien
incapaz de pensar por sí mismo, pero capaz de usar el hierro, el fuego y los
gases que han inventado otros en todas las perversiones posibles. También se
les distingue por su resentimiento paciente y vigilante, que "dispersa su semilla
a los cuatro vientos".
En general, "es un ser de costumbres e ideas preconcebidas. Si se le saca de su ambiente, guarda entre sus dos valvas fuertemente apretadas el agua del charco que lo ha alimentado".
“El pronóstico es que la ira de los imbéciles llenará el mundo. Buscando redención a sus miserias no dejarán piedra sobre piedra. Porque la pasión del imbécil es la redención. Lo que pasa es que habitualmente la confunde con el genocidio de los demás, a los que redime tanto si les gusta como si no”.
En general, "es un ser de costumbres e ideas preconcebidas. Si se le saca de su ambiente, guarda entre sus dos valvas fuertemente apretadas el agua del charco que lo ha alimentado".
“El pronóstico es que la ira de los imbéciles llenará el mundo. Buscando redención a sus miserias no dejarán piedra sobre piedra. Porque la pasión del imbécil es la redención. Lo que pasa es que habitualmente la confunde con el genocidio de los demás, a los que redime tanto si les gusta como si no”.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarcuales son las calles que se muestran en las fotos?
ResponderEliminargracias