Mi querido Huicho, a temprana hora de
esté pasado lunes recibí un mensaje en el que Tavo Garduño, con un hondo pesar,
me informaba que te habían te habían llevado de urgencias a Mérida, Yucatán a
internarte por un grave mal que te aqueja. En el transcurso del día, siguieron
llegando las llamadas y mensajes que me confirmaban la triste noticia. Subí a
la oficina de Pepe Vadillo, a quien acompañe mientras desayunaba y consternado
me confirmo lo de tu dolencia que hoy tiene a tu familia y amigos, con un nudo
en la garganta, pidiéndole al creador que te de la fortaleza para que salgas de
esta terrible prueba y te permita sanar y gozar de tus múltiples afectos.
Por una tontera nos distanciamos más
seguro estoy, el afecto que nos tenemos de toda la vida, siempre ha permanecido
intacto. ¿Cómo olvidar aquella etapa de nuestros primeros años de juventud en
que vivimos en Monterrey N. L? Con Sergio Escalona, Rubén Selém (EPD), Raúl
Morineu, Chavo Acosta, Gustavo Garduño, Fernando Álvarez Casasús, Eddie Díaz
Romellon y otros que nos visitaban eventualmente o que escapan de mi memoria.
Cuantas anécdotas compartimos en una etapa de la vida en que fuimos felices y
hasta ahora nos damos cuenta. Paradoja de la vida.
El departamento de la calle de Rio
Panuco, fue fiel testigo de tantas pláticas, sueños, ilusiones, guarapetas y
convivencia propia de esos años y de jóvenes que se hermanan al vivir fuera del
hogar y subsistir apoyándonos mutuamente. Desde aquel tiempo se te daba la gastronomía
y fungías como el Chef de nosotros. A ti te teníamos que dar el gasto y conseguías
hacer maravillas para darnos las tres
comidas, haciendo milagros, sobre todo, tomando en consideración que la
quincena o mesada, no llegaba a tiempo a algún miembro y generaba que se
racionara la porción. Nunca protesté y creo que ninguno de los amigos
inquilinos. La solidaridad siempre fue nuestro distintivo. Lo que en ese tiempo
y lugar paso, solo nos queda a nosotros como un recuerdo vivo de esa época, que
varios consideramos, la más pura, la más sincera, la más feliz.
De los dos o tres meses en que torpemente
cortamos comunicación, era Pepe Vadillo quien me comentaba de ti y de sus
reuniones y precisamente hace un mes, al relatarme la última tertulia, me
indico que no habías tomado la copa ya que te sentías mal pero, estoicamente los
habías acompañado y con tu característico humor, de buena talante, estuviste
con ellos hasta que tu dolencia te lo permitió, nadie imaginaba la gravedad del
asunto.
Largas platicas tuvimos que recuerdo
como si hubieran acontecido ayer. Nuestros caminos se apartaron más el mutuo cariño
nunca mermó, al contrario, siento que se acrecentó. Vi tu desarrollo
Profesional con gusto y orgullo. Te abriste pasó en la vida con mucho mérito y
no conozco de nadie a quien le hallas causado algún daño, al contrario, siempre la palabra
de estímulo, la mano extendida y la manifestación de afecto a flor de piel.
Luis Humberto Ramírez Novelo, sé que
vas a librar esta faena con la fortaleza que siempre has tenido, con el apoyo y
oración de tu apreciable familia y con la energía positiva de todos quienes te
queremos. Aun tienes mucho camino que recorrer y disfrutar. La misericordia de Dios
es infinita y a ella me apego. A tú alrededor tienes a gente que te ama: Tu
esposa, tu señora madre, tus hijos, nieto, hermanas y tantos afectos que posees
a lo largo de tu fructífera vida. Te envío un fuerte abrazo, pronto te iré a
visitar y no desistas al confiar en el ser supremo.
Recordar es vivir!!!!!!!!! y sin temor a euivocarme, una etapa de nuestras vidas llena de anécdotas y momentos increíbles, Guicho es fuerte sabra salir adelante de esto, y seguro disfrutaremos mas de el.
ResponderEliminarAsí sera mi Raul. Un abrazo.
Eliminaren donde este guicho se que las vas a librar, eres fuerte y todo saldra bien..te mando un abrazo buen hombre y amigo
ResponderEliminarrecordando con tristeza a wuicho novelo. donde quieras que estes te recordaremos siempre
ResponderEliminarrecordando con tristeza a wuicho novelo. donde quieras que estes te recordaremos siempre
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