lunes, 26 de marzo de 2012

GUILLERMO PADILLA GONZALEZ (EPD)


Un infarto  agudo al miocardio provocó que su apasionado corazón dejara de latir y con ello, hacernos a quienes lo quisimos, tristes  e incompletos. Eras relativamente joven, 60 años, y aún tenias mucho que aportar: por tu comunidad, por tu familia, por tus hijos, por tus amigos. Y aunque ya han pasado 29 años de aquel fatídico día, tu recuerdo continúa fresco, perenne, como si hubiera sido ayer.
Hay quienes opinan que uno nunca termina de vivir mientras existan personas que lo recuerden. Otros, creen que a los muertos se  les debe dejar descansar. Mi pregunta es entonces: ¿Qué? ¿Recordándolos no descansan en el más allá? Que absurdo. Por ello, yo me quedo con  la primera opinión. Es algo innato e imposible de hacer. Parafraseando al poeta Neruda,  “es tan corto el amor y es tan largo el olvido”.

Nació un 18 de junio del año 23 del siglo pasado en Guadalajara, Jalisco. Al igual de cientos de adolecentes tuvo la ilusión de vestirse de luces y enfrentarse a las astas de un toro. Lo logró sin gloria pero con la satisfacción del cumplimiento de una meta, de la realización de un sueño. Su afición por la tauromaquia fue para siempre. Recuerdo, al hacer su último paseíllo, por toda la calle 35 e ingresarlo a la iglesia de Fátima, las palabras de mi hermano Luis Enrique, “en hombros papá y por la puerta grande”. Después de la misa de cuerpo presente, tomamos la calle 47 y de igual manera, en hombros te llevamos y así te ingresamos a la puerta grande de lo que es tu última plaza, lugar en donde reposas y en donde quisiste quedarte. En esta tierra que tanto amaste.

Viviste con una intensidad envidiable en todos los aspectos. Con aciertos y errores. Con defectos y virtudes te forjaste un carácter que quienes te conocimos, respetamos y, en algunos casos, el mío por ejemplo, admiramos. Tu don de gentes, el entusiasmo que te caracterizó para fomentar el deporte o gestionar obras y servicios a la isla, pero sobre todo, tu desinteresado afán de ayudar con lo que fuera a quienes creías que lo necesitaban y lo merecían, hizo que tu imagen creciera al grado de la idolatría.

¿Cómo olvidar, en tu casa, esas inolvidables pláticas con personajes de la vida taurina, deportiva y social de la época? Pedro Luceiro, los matadores de toros: Rafael Gil “Rafaelillo”, Raúl Contreras, “finito”, Fabián Ruíz, su hermano, el cantautor, José María Napoleón. ¡Vaya!, hasta el mítico luchador, “Santo, el enmascarado de plata”, por citar algunos, compartieron el pan y la sal contigo y los tuyos.

En vida, Don memo, fuiste un hombre respetado y respetable. Con detractores y apologistas, como todos los que  brillan. Hiciste mucho por ésta tierra. Más que otros que tuvieron la fortuna de nacer aquí. En la actualidad, como hacen falta personajes como tú. Hoy, ya todo está tan materializado; “tanto tienes, tanto vales”. Tu ferreteria fue siempre una un lugar de trabajo pero también de franca camaradería y en donde quienes asistían, sabían que tu Don de gentes, siempre tenias la palabra de aliento y la actitud de un hombre vertical en toda la extensión de la palabra.

Existimos personas que te recordamos con nostalgia y con cariño. Desde luego, tus hijos pero también aquellos a quienes le brindaste tu mano franca y sincera. Fue una verdadera lástima que partieras en tu mejor momento ¿pero que se le puede hacer?, así son los misterios de la vida y como tal hay que aceptarlos.

Dos ayuntamientos te han reconocido. Incluso, uno le otorgó tu nombre a un campo deportivo, mismo que me llena de orgullo cada que paso por el rumbo y veo tu nombre con letras plateadas. Organismos como el de los cronistas deportivos y el que preside tu amigo, Conrado Ocampo Godoy, también te han distinguido con reconocimientos y diplomas. Aún no se te reconoce como el precursor de la televisión en la isla pero; ¿eso que importa? Todavía existimos personas que fuimos testigos de ello y que valoramos tu merito.
Guillermo Padilla González, mejor conocido como Don Memo Padilla,  pasaste por este mundo de forma fructífera y positiva. No hay reproches ni amarguras. En vida se paga todo y tú, con tu desaparición física tan prematura, llegaste ante el juez del universo y seguro estoy, te otorgó tus merecidas orejas y rabo. Don Memo Padilla. Mi maestro, mi amigo, mi orgullo,  mi padre. ¡Descansa en paz!

7 comentarios:

  1. Caray Jesús, me dejaste con un nudo en la garganta...un fuerte abrazo amigo y todas las glorias para la memoria de tu padre. Salud.

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  2. Hermoso compadre...verdaderamente hermoso.Lo tuyo es el corazón y la pluma. Un abrazo. Romina

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  3. Un enorme OLEEEE!! para Don. Memo Padilla Gonzalez (q.e.p.d) y un afectuoso abrazo para ti mi hno....tu amigo....Mozín

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  4. Chuchin, Todo lo que plasmas en estas lineas es verdad,sin apasionamiento alguno por el ser querido que se adelanto en el camino, sin embargo,tambien es muy cierta la frase que dice asi:"EL VERDADERO SECRETO DE LA VIDA ES TRASCENDER POR TUS ACTOS, AUN DESPUES DE LA MUERTE" y nuestro querido "Don Memo Padilla, es de esas selectos seres, que como mencionas hacen tanta falta en nuestros dias, te comento, en una ocasion fui testigo, de un apuro economico fuerte de mi abuela, y sin dudarlo tomo los documentos de su casa y me dijo acompaname,voy a con Don Memo, llego a la ferreteria expuso su problema y tu padre sin mas ni mas le dio en sus manos el dinero que requeria,esta le dijo que dejaba en prenda los documentos de su casa y tu padre no acepto, tomando solamente en prenda la palabra empenada,felicidades por ser descendiente directo de este gran personaje y aun mejor persona,por comentarios de mi padre el y tu padre eran muy buenos amigos.recibe un saludo afectuoso primo.Atte.Juan Antonio Salias Sierra.

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  5. Que te puedo decir Jusés Guillermo, tocayo, amigo sin conocerte. Tambien admiré mucho a tu padre; amigo de mis padres Lilian y Guillermo. En aquellos últimos de los cuarentas y principios de loscincuenta. Tengo una foto de tu papá con mis padres biológicos. Dios lo tenga en su Gloria, Allí están en fotografía los formidables logros de tu padre. Toda una vida dedicada al trabajo y a honrar el deporte por Ciudad del Carmen,nuestra Perla del Golfo.

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  6. Muchas gracias tocayo por tus palabras. Fue un buen hombre y dejo un legado para la comunidad que lo acogió. Solo pude disfrutar 16 años de su presencia física, mas su recuerdo permanecerá presente hasta mi ultimo aliento. Un abrazo.

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