Dentro de la jerarquía de la
iglesia católica existen temas tabús, a
veces recurren a la dogma para justificarlo, en otras a la “divinidad” o al “mandato
del señor”, pero en realidad no tiene sustento bíblico y por ser el celibato un
asunto que tanto daño, aberración, desprestigio y vergüenza ha dado a esta
religión, creo prudente comentar con usted amable lector, algunos datos que le
podrán servir para tener otro punto de vista y ahí, fortalecer su criterio.
Cabe señalar que esta lectura no es apta para fanáticos religiosos ni para
personas que aun creen en la inmortalidad del cangrejo o en tener la fórmula
del agua tibia, así es que si se aventura a continuar leyendo estas blasfemias
líneas, aténganse a las consecuencias y es bajo su total responsabilidad.

Según wikipedia, “celibato
significa los que no se casan o que no tienen una pareja sexual y en el mundo
occidental se asocia con la iglesia católica aunque también en el hemisferio oriental lo
practican las iglesias ortodoxas, budistas
y el hinduismo”, Pero quien más a sido señalado por las desviaciones
sexuales de sus clérigos es la iglesia católica sin que exista por el momento
la mínima intención de cambiar la norma y permitirá a los curas llevar una vida
que no sea antinatural o de doble moral.
Psicológicamente está comprobado
que no es normal renunciar al sexo ni siquiera siendo homosexual y es conocido
desde siempre que los sacerdotes han vivido practicando el sexo a escondidas.
El voto de castidad no les importa y los heterosexuales las presentan como sus
“sobrinas” o inventan algún parentesco para darle rienda suelta a sus pasiones
carnales; en cuanto a los curas homosexuales, pues tienen el mercado cautivo de
los monaguillos, alumnos de escuelas de su orden religiosa o futuros sacerdotes
en los seminarios.

En particular y hereje opinión,
al borde de la excomunión, es que no se permite que los curas se casen por una
cuestión político-económica. El celibato es voluntad de la iglesia y sus ricos
prelados quienes de esta forma defienden sus finanzas e impiden la
participación laica; las opiniones sobre el tema están fragmentadas según el
bando de donde provengan. Para unos, la soltería provoca la psicosis de los
“ministros de dios”; para otros, el celibato solamente lo entiende quien vive
en ese “estado de espiritualidad”, ya que es un don divino, ¿Qué les parece?
Lo que es una realidad es que el
celibato ha generado una descomunal cantidad de aberraciones sexuales en contra
de indefensos seres humanos, sean estos menores de edad o mujeres con crisis
emocionales, y la iglesia continua con su doble moral ya que como señala el
escritor Eduardo del rio García,” predican la pobreza pero viven en la
opulencia; dicen defender la democracia pero su iglesia es una monarquía
autoritaria; hablan de proteger la vida y no les importa que miles estén
muriendo de sida a diario; adoran a María y no permiten el sacerdocio de las
mujeres; atacan la homosexualidad y la mitad de ellos son homosexuales; hablan
de libertad de expresión pero condenan a los teólogos disidentes; están contra
el aborto, pero obligan a las monjas que han sido violadas por curas a abortar;
predican el matrimonio, pero practican el concubinato; predican el celibato
pero practican el sexo con quien se deja….”
Para finalizar, creo que sería
más sano, tanto física como mentalmente, permitir que los sacerdotes puedan
casarse, llevar una vida matrimonial tal y como lo practican muchos de los
seguidores de las ramificaciones luteranas y de esta forma, acabar con la
simulación, con las tergiversaciones sexuales, con la doble moral y de esta
manera, vivir apagados a la realidad actual y no a la época gótica que tanto
daño ha causado a particulares y a la misma iglesia católica apostólica y
romana.
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