Es conocida la anécdota de la megalomanía de
Luis Echeverría Alvarez, el mismo que le sugirió al entonces candidato del PRI,
a la Presidencia de la República, José López Portillo algo tan irracional como que la experiencia de
los ex no debería ser desperdiciada y que reformara la constitución para que al
dejar de ejercer la titularidad del Poder Ejecutivo, formaran parte del Senado
de la República de forma vitalicia y desde esa posición, seguir influyendo en
la toma de decisiones. Algo tan descabezado que no aceptó el entonces aspirante
y, con esa habilidad que tienen los políticos, le dio largas al asunto.
Tras dejar la presidencia a su sucesor, fue
nombrado embajador de México ante la UNESCO en París hasta 1979, año en que fue
enviado como representante diplomático al lugar más alejado de nuestro país,
Australia y Nueva Zelanda. Posteriormente se hizo cargo en México del Centro de
Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo y asumió la presidencia de la
Asociación Latinoamericana de los Derechos Humanos (ALDHU).
El activismo de los Ex, afecta la maniobra
política de los vigentes y es algo que impacta en la estabilidad de sus gobernados,
de ahí el dicho de que “el que ya bailo, que se siente”. Lo anterior, en
relación al supuesto de que el actual mandatario estatal, Fernando Ortega
Bernés pretenda interferir en las listas de los nombres de los candidatos a
cargos de elección popular, desde alcaldías, diputaciones, hasta regidurías o
comisarias ejidales. Lo dudamos, sí algo distingue a Ortega Bernés es su
institucionalidad y respeto a los tiempos, sobre todo, a los que ya no le
pertenecen. Es un político Campechano que aún puede aportar mucho dada su
experiencia y conocimientos, pero, fuera del estado que ha Gobernado desde hace
más de 5 años.
El que debe de proponer a su partido, el
tricolor, los nombres de los candidatos es quien iniciará su campaña en busca
del voto popular y, como todo parece indicar, asumirá el Poder Ejecutivo Estatal
a partir del 15 de Septiembre, Alejandro Moreno Cárdenas, con plena libertad,
con personas absolutamente identificadas con su proyecto de gobierno y su
manera de percibir un Campeche mejor para todos.
Tocará a él, ser responsable de continuar con
el avance socio- económico de la entidad, por lo que no deben haber proyectos
transexenales ni mucho menos, cuotas de poder resultado de negociaciones en lo
obscurito. El que ganó, ganó, y el que perdió, perdió, la disciplina debe ser
su divisa y la unidad en torno a Moreno Cárdenas, su actitud. Son las reglas de
la política y como tal las deben asumir.
Alejandro Moreno Cárdenas debe tener completa
libertad para gobernar sin lastre alguno. Su juventud, capacidad y contactos
con el gobierno federal y con los sectores empresarial y popular, le servirán
para detonar la economía del Estado. Hacer de Campeche, un verdadero polo
turístico, gestionar ante la federación lo que en justicia le corresponde, por
ser la columna vertebral de la economía petrolizada del país y por lo que tanto
le ha dado a la nación desde tiempos remotos.
Las mujeres y los hombres que conformen el Poder
Ejecutivo y Legislativo, aparte de lo antes señalado, deben de estar en el
mismo tenor del próximo gobernador; ser de su equipo y, por lo tanto, tener la
capacidad suficiente para rendirle buenas cuentas a sus electores, en el caso
del Legislativo y, eficiencia y eficacia ante la confianza depositada en ellos,
por quien los invite a colaborar en la próxima administración estatal.
Finalmente, será responsabilidad exclusiva de
Alejandro Moreno Cárdenas, todo lo que afecte, positiva o negativamente en
Campeche, durante el periodo Constitucional 2015- 2021. Manos libres, sin
ataduras ni componendas para que el próximo Gobernador, realice su anhelo de
inscribir su nombre en letras de oro en la memoria de los Campechanos de toda
la entidad y, un ejemplo para las próximas generaciones de servidores públicos
y ciudadanos.
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