viernes, 4 de mayo de 2012

DEBATE O FÚTBOL ¿QUE PREFIERES?


Como una manifestación de poderío y en un claro desprecio hace la ciudadanía, autoridades electorales y lo que es más grave, hacia la democracia, Televisa y TV Azteca han decidido no transmitir en sus cadenas nacionales el debate entre candidatos presidenciales programado por el Instituto Federal Electoral (IFE) y acordado por todos los partidos políticos, para el próximo 6 de mayo a las 8 de la noche.

A esa hora, la empresa de Emilio Azcárraga Jean transmitirá por el canal de las “estrellas” el reality show “Pequeños gigantes”, mientras tanto que la televisora de Ricardo Salinas Pliego difundirá  por el canal 13 el partido de liguilla del torneo de clausura, Morelia- Tigres de UANL.
Si ese amago se concreta, estaremos ante una de las más descaradas muestras del poder televisivo utilizado en contra del interés nacional y en derecho a la información perpetrada por unos concesionarios  cuyo poder factico –paradójicamente- deriva de la explotación comercial de un bien público, como lo es el espectro radioelectrónico a través del cual expiden sus señales.

La medida constituye un claro ajuste de cuentas de las televisoras contra los poderes constitucionales por la aprobación de la reforma electoral del 2007 que las cuales impidió del millonario negocio de la venta de spots a los partidos políticos y que prohibió a particulares contratar espacios para propaganda electoral, como una forma de evitar los abusos del 2006(recuérdese  la campaña sucia del Consejo Coordinador Empresarial contra el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador) y mantener la equidad en la contienda.
Se trata, por complemento, de mantener alejados a los ciudadanos de los procesos de decisión política que les conciernen. En efecto, el conservadurismo y la despolitización de la sociedad que cotidianamente promueve el duopolio televisivo con su programación de entretenimiento, es coronado con esta nueva maniobra que podría privar a una vasta porción del electorado quizá del único foro que les serviría para normar su voto mas allá de los spots partidistas.

Silenciar el debate entre candidatos presidenciales, tendría, además, el efecto de beneficiar al candidato favorito de los poderosos  intereses que conforman la industria de la comunicación y el entretenimiento. Ello, porque sin ese ejercicio de confrontación de ideas, los electores seguirán a merced del bombardeo de encuestas amañadas que un día si y el otro también, crean en la población la precepción de que la elección ya está decidida y por lo tanto no queda más que sumarse a la corriente pretendidamente mayoritaria.
Otro aspecto siniestro del episodio es la demostración ostensible del control que las televisoras ejercen sobre las audiencias y del favor que estas les dispensan, pues solo una pequeña porción de la población se manifestado inconforme con la decisión de no transmitir el debate o lo que resulta peor, con el sarcasmo o burla del dueño de TV Azteca, Salinas Pliego, evidenciado en su cuenta de Twttier y declaración posterior.
A la mayoría el asunto parece no importarle y hasta agradecen que no se les prive de su precaria diversión dominical sin tomar en consideración de que en la emisión suprimida podría estarse decidiendo su vida real y no la de otros, ficticia, tal y como sucede en las telenovelas.

Se dirá que las empresas de televisión están en su derecho de manejar esos negocios de acuerdo a sus intereses y que en esa libertad pueden elegir que difundir. Solo que no se trata de empresas cualquiera sino de comunicación que cumplen-o deberían- una función social: la de informar a la sociedad.
Mientras tanto, el IFE, por conducto de su consejero presidente,  Leonardo Valdés Zurita, emite un pálido reclamo admitiendo que “hay concesionarios de medios de comunicación que privilegian sus intereses económicos a la consolidación de una democracia plena en México”. Demagogia pura que ofende las mentes pensantes de nuestro país.

Por último, la apuesta real de las televisoras es más alta: demostrar a la clase política y a los electores, que cuando se lo proponen, son ellas las que tienen y ejercen el control real del país y sus ciudadanos. Y  que si se lo propusieran, incluso podrían hacer que la gente olvidara que hay elecciones en  próximo 1 de julio. Así de ese tamaño, a partir de ese día, todo parece indicar, iniciara la etapa histórica en México de un gobierno no constitucional sino factico. Qué pena y terrible para todos. ¿Tons que? ¿debate o fut?

1 comentario:

  1. EXCELENTE!!! FELICIDADES, ERES UN MÁSTER DEL BOLÍGRAFO!!!

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