domingo, 18 de diciembre de 2011

El cuarto poder... Televisa.

Su padre, Emilio Azcárraga Milmo se declaró en alguna ocasión como soldado del Presidente. Eran los tiempos del presidencialismo fuerte y aun estaban marcadas en apariencia los poderes económicos y políticos, cada cual por su lado pero no por ello la corrupción estaba ausente en todas las esferas gubernamentales: desde la más modesta secretaria o ayudante del ayudante hasta la misma presidencia de la república. El “tigre” Azcárraga con su entonces monopolio televisivo señalaba que este medio de comunicación era para entretener no para educar a los” jodidos” mexicanos. Hombre de poder pero aun súbdito del poder político. No era de su interés tener “cabezas de playa” en posiciones políticas y su trato siempre fue servicial y cordial con el titular del ejecutivo en turno.

El “tigrillo”, Emilio Azcárraga jean, ante la descomposición política, social y económica que vive nuestro país desde hace varios lustros, en particular, a partir del año 2000, ha sabido imponer el poder que ejerce su empresa y ya no está subyugada a los designios del presidente de la república o de sus colaboradores. Televisa crea y destruye figuras, honras e imágenes  según su conveniencia, el grado de complicidad que exista y, desde luego, como todo negocio, las riquezas que le generen; lo mismo tiene lugares en ambas cámaras como en el instituto federal electoral y es evidente su presencia y potestad en los tribunales, tanto el electivo como el judicial.

Dentro de las manifestaciones de su poderío hacemos referencia  a lo que se señala en el libro “el sexenio de televisa”, cuyo autor es el politólogo y reportero especializado en medios de comunicación, Jenaro Villamil, en el cual se detalla que los tiempos y las circunstancias revertieron los hechos, ahora, la partidocracia y el gobierno en sus tres esferas, son soldados de televisa y están bajo su yugo. Los llamados 4 fantásticos; Azcárraga, Bernardo Gómez, Alfonso de Angoita y José Bastón son” los dueños del circo político” en esta “república de pantalla” y no solo consiguen ingresos multimillonarios  vendiendo espacios publicitarios, sin limitaciones, a políticos, partidos y gobiernos, para ello les sirven sus empleados quienes desde sus sitios legislativos, realizan las maniobras necesarias para darles tintes legaloides a las leyes y manipularlas a su antojo y conveniencia.

No podemos olvidar el papel fundamental que ocupo televisa en la guerra sucia en contra de Andrés Manuel López obrador; la confabulación de los video escándalos; lo sesgado que fue la información los días posteriores al 2 de julio del 2006; el engaño para evadir impuestos vía el teletón; la manipulación de las conciencias de los mexicanos vía las telenovelas y programas “chatarras” con conductores disfuncionales mentalmente; la distracción de los grandes problemas que atraviesa nuestro país, por medio de campañas de linchamiento o magnificando temas como el caso ”Paulette” o el del mediocre cantante Kalimba; el melodrama de peña nieto y la gaviota que no es más que una  multimillonaria campaña política disfrazada cuyo objetivo es llevar al ex-gobernador del estado de México a la presidencia de la república.

¿Quien se iba a imaginar a gloria Trevi en un programa de niños? ¿Cuándo estudiaron medicina Adela micha o lolita Ayala para asumir actitudes y vendernos productos “medicinales” que curan todo, desde una modesta gripa hasta el más terrible del cáncer? ¿Quién no quisiera tener de servidumbre a las actricitas que hacen dicho papel en la telenovelas? Lo anterior, son unos claros ejemplos que a televisa no la regula nadie e impone su voluntad no solo a las autoridades sino también a la gran mayoría de la sociedad y otros medios de comunicación y es motivo de preocupación el enorme poder de penetración que ha obtenido en la juventud  la ambiciosa  maquinación llamada “iniciativa México”.

Todo parece indicar que el control de las elecciones no pasara por el congreso sino por el “canal de las estrellas. A la ciudadanía la engañan y manipulan con el consentimiento de nuestros gobernantes que asumen  reverencia  y sumisión ante los 4 fantásticos. Tal es su poder que aliándose a Ricardo salinas pliego, dueño de tv azteca, se han enfrascado en una lucha titánica con Carlos Slim Helu, hoy por hoy, el hombre más rico del mundo, quien señala Jenaro Villamil, le reprocho a los 4 fantásticos , la mala calidad de la programación de televisa, la falta de credibilidad en los noticieros y la disminución de audiencias,” están haciendo telebasura”, les indico y los que en algún tiempo fueron socios, hoy son enemigos y como hienas ávidas de mayores riquezas y poder, se disputan el negocio de la telefonía, fibra óptica, televisión, internet, entre otros, también conocido como el cuádruple play.

Mientras tanto, nuestros gobernantes, cual malabaristas sin red de protección, se mueven sigilosamente sin tomar partido en la contienda, nadan de a pechito, como se dice coloquialmente, esperan que la elección del 2012 se aproxime, frotan sus manos en señal de buenos pronósticos en sus predilecciones políticas y, la inmensa mayoría de los mexicanos seguimos zambullidos en un marasmo apático pensando que no pasa nada y que todos los problemas nacionales, por arte de magia tendrán solución. “Pobre México, pobre de nosotros, pobre de nuestros hijos”, parafraseando al malogrado político guerrerense José francisco Ruiz Massieu. Mientras tanto, que las chivas sigan ganando, que el chicharito siga anotando y que el mundo siga girando.

1 comentario:

  1. EN SINTESIS YO LE LLAMO TELE-MIERDA MAFIA COMPLICE DEL GOBIERNO AL IGUAL QUE LA IGLESIA. Y LA DELINCUENCIA EMPRESARIAL ORGANIZADA MAL LLAMADO "CONSEJO COORDINADOR EMPRESARIAL" LA EVASION FISCAL ES DELITO Y ESTOS EVADEN AL FISCO ENTONCES SON DELINCUENTES ASI DE PRACTICO. TELE-MIERDA TAMBIEN ES EL APARATO REPRESOR DEL ESTADO CASO GRUPO REFORMA. SEMANARIO PROCESO. GUTIERREZ VIVO Y SU MONITOR. CARMEN ARISTEGUI Y JAVIER SOLORZANO.ETC. ES UN CANCER SOCIAL PARTIDIARIOS DE MANTENER EN LA IGNORANCIA A LA CIUDADANIA POR ASI CONVENIR A SUS INTERESES Y LOS DEL GOBIERNO.

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