En México, la frase de “pájaros en el
alambre” es antigua y señala que cuando estamos hablando por teléfono, estamos
siendo escuchados y grabados de forma Anti Constitucional por alguna instancia
del Gobierno en turno. En Campeche sucede lo mismo y una nota Internacional balconeo
a la actual administración Estatal de la Adquisición de un sofisticado y
moderno equipo que utilizan para el mismo fin. No omito señalar que desde el
tristemente célebre Gobierno del desfachatado, menesteroso en su vestimenta y cínico
en su modus vivendi, Jorge Salomón Azar García, nos enteramos que los
Campechanos éramos y lo seguimos siendo, espiados en nuestra intimidad,
grabadas nuestras conversaciones y aunque existió demanda de por medio, a más
de 15 años del hecho, no procede aun, se le dio el clásico carpetazo y la
justicia nunca llegó. No se atrevieron a jalar la sabana por el temor a ser
mostrados en su desnudez todos los involucrados. Nada raro en la política.
Pasando a nuestro vecino incomodo, el
11 de septiembre de 2001 un ataque terrorista destruyó la confianza de los
estadunidenses, en sus sistemas de inteligencia, y en su capacidad para
defenderse de cualquier individuo u organización que decidiera atacarlos en su
propio territorio. Catorce años después, por diferentes razones, vuelven
a perder su confianza en "la inteligencia", como eufemísticamente se
le conoce al espionaje.
En aquella ocasión la crítica se
centró en la incapacidad para articular la información que fluía entre una y
otra agencias de inteligencia y la falta de un sistema eficaz para detectar y
compartir el significado de las comunicaciones entre los perpetradores de los
ataques. En esta ocasión, por los excesos en que han caído algunas de esas
agencias en torno a los métodos para obtener esa información, y por añadidura,
en su incapacidad para informar ampliamente al Congreso sobre esos métodos. El
presidente Obama admitió estar al tanto de dichas actividades a las que
consideró como un mal necesario para garantizar la seguridad de los
estadunidenses.
En una encuesta realizada por el
diario Washington Post, 62 por ciento de los entrevistados consideró válido que
el gobierno irrumpiera en la privacidad de las personas en el caso de una
amenaza terrorista y 56 por ciento dijo que era aceptable que revisara las
relaciones de millones de personas para el mismo fin. De todas formas, el
fantasma de Orwell rondó los espacios de opinión pública y no faltó la
comparación con agencias de espionaje como la KGB y la Stasi que en la Unión
Soviética y en Alemania del Este invadieron la privacidad de miles de personas
con el pretexto de que sus actividades atentaban contra los regímenes en esos
países. Atentos a su historia, para los europeos la privacidad es una
cuestión de derechos humanos, para los estadunidenses suele referirse a la
libertad, señaló un comentarista europeo.
Uno de los problemas que se ha
derivado del espionaje en estos casos, es la dificultad para encontrar un
equilibrio entre la privacidad que con razón reclaman los estadunidenses, y la
seguridad que igualmente exigen. Según el director de la Agencia de Seguridad
de los Estados Unidos, no es posible garantizar esta última sin los métodos
violatorios que se contraponen a esa privacidad.
Como era de esperarse, el asunto del
espionaje ha pasado de ser un asunto de seguridad nacional a otro que abrió las
puertas para atacar a la actual administración por asuntos que nada tienen que
ver con el espionaje. Independientemente del desenlace de este espinoso asunto,
lo increíble es que empresas privadas participen en tareas tan delicadas como
el espionaje y el contraespionaje. La fuga de información sobre los métodos y
la tecnología empleados por el gobierno en esas tareas, es el resultado de lo
equívoco de esa práctica. Esto último es un botón de muestra de las costosas
consecuencias de la invasión del sector privado en las tareas que competen
exclusivamente al Estado.
Mi estimado Chuchin, el tema de espionaje hubiera estado bueno en las pasadas épocas electorales donde se dio a diestra y siniestra... un poco tarde o aburrido para escribir sobre el tema. Por otro lado, tu sentir del ex Gobernador JSAG lo único que demuestra es que te fue muy mal en ese sexenio, creo hubo muchos aciertos en materia de comunicaciones (infraestructura carretera) el campo y el acercamiento con todas las comunidades del Estado que estaban en el olvido, etc.... en fin, sacaste el veneno, me gustaría saber tu opinión del primer edil carmelita y también tu jefe, del cual tenemos mucha tela que cortar... eso si estaría interesante. Saludos.
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