Que Enrique Peña Nieto sea un hombre ajeno a la cultura, en
específico a la más bella de las artes, la literatura, no es ninguna novedad.
Manifestado quedó esto último cuando acudió como conferencista invitado a la
Feria Internacional del Libro de Guadalajara. El priista no pudo nombrar tres
títulos, tres libros. El mundo se le venía encima aquél diciembre del año
pasado por no leer.
Esposo de una actriz de medio pelo de telenovelas, el candidato
a la Presidencia de la República por el Revolucionario Institucional siempre se
le ha plantado al electorado, seguramente a petición de quien de verdad lo
postula, Televisa, como un galán, un ‘padrotillo’, un actorcillo, pero no como
un político, un hombre con la inteligencia y la madurez necesaria para sacar a
un país de una terrible crisis política, social y económica.
Cualquier pueblo educado y consciente le daría la espalda a un
candidato a la titularidad del Poder Ejecutivo de la Federación como el esposo
de La Gaviota. Sin embargo, aquí a causa de la
fortísima presencia del duopolio televisivo, que en nada aporta a la educación
o a la cultura, y la lamentable ausencia de un programa educativo eficaz, el
mexiquense lidera en todas las encuestas de renombre.
Siempre a la búsqueda de quien les garantice la protección de
sus intereses particulares, es decir, de un gobernante en potencia que
prepondere las haciendas individuales sobre las colectivas, los dueños de los
medios de comunicación masiva han encontrado en el ex gobernador de Edomex al
candidato ideal para que se mantenga el saqueo de la nación mediante el
embrutecimiento popular.
Es una lástima que a pesar de la gente que lo rodea, de la
vileza que representa y de quienes impulsan su campaña, Enrique Peña Nieto sea
al día de hoy el candidato con mayores posibilidades de llegar, junto con el
PRI, a Los Pinos.
Por otro lado, cristalizando el mayor de los cinismos, la
desfachatez más provocativa, Josefina Vázquez Mota, candidata del PAN a la
Presidencia, integra a su equipo a uno de los responsables de la tragedia de la
Guardería ABC, donde 49 niños perdieron la vida en un incendio; ¿con qué cara
le pedirá la panista a los padres que sufrieron tan horrible pérdida?
Añadido a esto último como nuevo tropiezo de la campaña de quien
fuera coordinadora de Acción Nacional en la Cámara de Diputados está el
comunicado plasmado de errores en cuanto a fechas y nombres de las entidades
federativas que conforman la República que la señora pretende gobernar.
Llamaron a Tlaxcala “Tlazcala”.
Tampoco podemos restarle responsabilidad a la diputada con
licencia por el gravísimo rezago educativo que impera en el país. Cuando fungió
como Secretaria de Educación Pública no hizo nada para impedir que Elba Esther
Gordillo, lideresa sindical del SNTE, siguiera representando el mayor obstáculo
para que los mexicanos y mexicanas se eduquen correctamente. Y tampoco actuó,
como jamás ha actuado, a favor del bienestar de las mayorías.
Como antítesis de estos dos aspirantes al Ejecutivo Federal se
encuentra Andrés Manuel López Obrador, quien no ha cometido un solo error desde
que se irguió como virtual candidato presidencial de las izquierdas, así como
se ha rodeado de importantísimos académicos, empresarios e intelectuales que ha
invitado a conformar su gabinete en caso de ganar el primero de julio. Además,
ha sido cobijado con el apoyo de los más destacados artistas mexicanos.
No cabe duda que aunque tres candidatos contienden, con
posibilidades de ganar, por la Presidencia de la República, en realidad se
enfrentan solamente dos proyectos: el de la continuidad y el del cambio; el de
la corrupción y el de la honestidad; el de la ignorancia y el del conocimiento.
A crear conciencia.
Todos los candidatos tienen historial negro, para mi es igual todos. Roban al pais, dan desgracias y siempre "salen adelante" con pretextos. Esto de que gobierne alguien que ni si quiera es de fiar, me esta empezando a castrar.
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