martes, 3 de abril de 2012

NELSON BARRERA ROMELLON, EL ALMIRANTE


Era la lluviosa tarde de un domingo 14 de julio del año 2002, releyendo un libro de Stefan zweig cuando mi hijo, Guillermo,  ingreso a mi habitación del hogar con el rostro descompuesto, mostrando rasgos de incertidumbre y  preocupación, señalándome; “papa, acaban de decir en la televisión que murió Nelson Barrera”, de inmediato fui a su cuarto y en un corte informativo, un comentarista deportivo estaba dando la trágica noticia: el más grande deportista que ha dado la isla del Carmen, Nelson Barrera Romellon, en la ciudad de Campeche, había fallecido electrocutado y de forma instantánea a la edad de 44 años: el hombre record de la liga mexicana de beisbol.

Mi primera reacción fue la de subir a mi vehículo, acompañado de mi hijo- quien días antes lo había saludado en la Capital del Estado en sus oficinas de Instituto Estatal del Deporte, el cual fungía como su Director-, y nos dirigimos hacia el domicilio de sus padres, doña Nidelvia Romellon y don Eddie Díaz, en la calle 26, encontrándome un cuadro que nunca escapara de mi memoria;  uno de sus hermanos, Eddie, a quien sus amigos llamamos con afecto como “chipo”, se encontraba recargado en una camioneta con la mirada fija en el suelo, los ojos cargados de lagrimas y con toda seguridad, con el corazón hecho trizas. Aunque tuve la intención de parar  y acercarme a él, no lo considere prudente, su actitud era la evidencia que la infausta noticia se apegaba a la realidad, Nelson había partido en la plenitud de su vida y con un futuro promisorio en el servicio público.

No mencionare sus records en el beisbol ya que estos son del dominio público, prefiero relatar algunos breves pero inolvidables pasajes que forman parte de mi vida y en los que trate con Nelson,; lo conocí en el año de 1975 en la ferretería de mi padre, sitio al que acudía con regularidad a platicar con  don memo, con José Angel Zapata González(E.P.D.)  y con quien se encontrara en el sitio, fueran clientes o visitantes frecuentes como Guayo Rivas, Sergio tulio Pacheco o don Esteban Rodríguez, por citar a algunos.

A mis nueve o diez años de edad y por el hecho de saber que ya formaba parte del equipo de liga mexicana de beisbol, diablos rojos del México, de inmediato se convirtió en mi ídolo y me causo muy buena impresión su carácter sencillo, bromista, franco  y tan campechano; era muy joven entonces pero ya auguraba que iba a trascender en su pasión, profesión y oficio: la pelota caliente. El juego que no termina hasta que termina, como dijera el inmortal comentarista deportivo Pedro “el mago” Septien.

En el año de 1977, mi padre se hace cargo de la gerencia de los camaroneros del Carmen, equipo que jugaba en la liga estatal de beisbol y con peloteros de la talla de Otoniel Ríos( manager), Cesar Cuevas, David “látigo” Jiménez”, Camilo Massa, el “diablo” Magaña”,  Tomas Johnson, Jesús Guillermo Guerrero, Don “zacatillo”, como siempre le he dicho respetuosamente y otro más cuyos nombres ya se extraviaron en algún recóndito lugar de mi mente pero que recuerdo por sus apodos o apellidos como el “pingüino”, Balderas, Eleuterio ramos, el “ piojo” Ayala, el “ patito”, y tantos más que vistieron los colores rojo sepia y blanco del uniforme y se coronaron campeones ganándole al triangulo rojo de seybaplaya.

Menciono lo anterior, toda vez que Nelson, en los tiempos en que no había temporada de liga mexicana  se unía al equipo local y en mucho contribuyo a lograr el banderín estatal, jugando todas las posiciones, inclusive, en una ocasión, en el ejido de la “joya” tuvo que cerrar el juego como pícher  ya que le habían dado de palos a todo el roster de lanzadores. Tenía un talento natural  y en sus inicios como profesional, Benjamín “cananea” Reyes, manager de los diablos, lo utilizaba como utility, es decir, cubría cualquier lugar en el diamante con destreza y dotado de un capacidad de pelotero de alto rendimiento.

Mis vacaciones en el distrito federal las pasaba en casa de un familiar materno cuyo domicilio se encontraba en la colonia Narvarte por lo que nos quedaba cerca el desaparecido Parque del Seguro Social, casa de los diablos rojos y la asistencia a verlos jugar con la ilusión de saludar a Nelson siempre imbuía  en mi persona, hecho que sucedió en varias ocasiones, obsequiándome una pelota autografiada y enviándole saludos a mi Padre y a sus amigos de la ferretería, repito, su sencillez fue parte de su personalidad y nunca la perdió, cuanto carmelita lo iba a saludar al estadio los atendía e incluso, al concluir el partido, pedía  que lo esperaran para ir a cenar unos tacos en alguna fonda de rumbo.

Creo que todos los que trataron a Nelson tienen más de un anécdota que contar de el y seria un libro bastante robusto compilar solo la de sus paisanos, ahí va la sugerencia para los escritores intelectuales locales. en lo personal, dos destacan: la primera ocurrió en Villahermosa , Tabasco, cuando en unión de Ricardo Nicolau Padilla lo fuimos a saludar al hotel “Manzur”, invitándonos a comer en su habitación y posteriormente, regalándonos boletos en primera fila para el partido de la noche en el entonces llamado parque “centenario”, lugar en donde se enfrentarían a los entonces “plataneros” de tabasco y lo anecdótico del momento fue que el pícher veracruzano Luis Meré mascaba tabaco y en la ingenuidad de mi pubertad le pedí un poco para probarlo , pero al momento de masticarlo trague la saliva y me causo un fuerte mareo mismo que amerito la intervención del médico de los diablos, mi ingreso al dogaut de los escarlatas, la risa de los peloteros profesionales y la reprimenda de Benjamin” cananea” Reyes ,a Luis Meré por haberme dado tabaco.

La otra es cuando jugaba beisbol en el equipo de liga infantil de los hermanos Cadena-Luis y Yider- los caimanes,( quienes al igual que los Supersabios  de la familia Orlaineta hicieron historia en los años 70 del siglo pasado), y resulta que jugábamos contra los Alumineros del Carmen que patrocinaba la familia Rodríguez Cicler, Nelson, ya como pelotero en vías de su consagración, asistió a presenciar el partido en la unidad deportiva, lógico es que todos queríamos dar lo mejor para lucirnos ante nuestro ídolo y lamentablemente por un error mío perdimos el juego y la oportunidad de llegar a la final. Al día siguiente, en el negocio  paterno las bromas y el escarnio fueron incontables  ya que Nelson se lo había hecho saber a mi Padre y a los presentes.




Hablar de Nelson Barrera Romellon nos llevaría muchas hojas y sería interminable; no solo de su desempeño como beisbolista sino también como ser humano; la última vez que lo vi con vida fue cuando le pusieron su nombre al estadio donde juegan los Piratas de Campeche; por motivos laborales coincidí con el en una oficina gubernamental quedando muy formal de asistir esa noche a tan significativo acto. Causa ajenas a mi voluntad me lo impidieron pero eso no menguo el orgullo de ver su estatua haciendo el swing y el estadio con su nombre, homenaje bien merecido y que en vida le hicieron nuestros paisanos de la Capital del Estado.
Ya fallecido, en el trienio en que fungió como presidente municipal Sebastián Calderón Centeno le pusieron su nombre al estadio concordia y erigieron una estatua que dista mucho de la otra, en nada se le parece y que me recuerda a la película “el Héroe desconocido”, en fin, la acción es lo que cuenta; a menos de un mes de cumplirse el noveno aniversario de su sensible fallecimiento, vayan estas líneas dedicadas para su familia, en particular, para sus padres, don Eddie y doña Nidelvia Díaz Romellon.


7 comentarios:

  1. El mejor jugador que ah dado esta hermosa y maravillosa Isla

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  2. Casualmente hoy ví y saludé al buen Eddie (Chipo). Mismo carácter desmadrosón y bromista que Nelson. Genial y atinada tu reseña de Paseilló, Chuchín, por el momento de efervescencia beisbolera actual, por los Diablos, que tienen programada serie aquí el jueves.
    Preguntando; ¿no eran los Hnos. Barrientos equipo de la misma época en los 70's, o fueron después? Eran una banda esos canijos, Guama, Camucho, Calín, Raúl etc. Increíble, pero habían hermanos hasta pa'armar un equipo de fútbol, con todo y banca.
    Seguimos por acá.

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  3. muy bueno chuchin, gracias!!!! por esta reseña, solo te comento mi padre MARIO ARIAS ( MORLACO) fue el manager de los camaroneros del carmen en loa años 70S, recuerdo al QUINCHO AYALTA ( EPD), y RICARDO VINAGERA, tremendo trabuco. esos peloteros SI MAS NO RECUERDO, se coronan CAMPEONES EN ESTADIO RESURGIMIENTO , por segunda ocacion.
    ENHORABUENA CHUCHIN..
    SALUDOS

    PA.
    MERIDA YUC 4 ABRIL /12

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  4. Muy buen articulo, mi padre Arnufo Corona Villanueva "PALOMILLA", conocio a Nelson y lo recuerda con mucho cariño igual que a su compadre Ricardo Vinagera, que en lo personal fue considerado para mi un Tio casi hermano de mi padre en paz descance Nelson Barrera y Ricardo Vinagera.

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  5. hola a todos les quiro agtradecer a todos los que tienen en mente a mi hermano y en especial a chuchin a todos los nobres que ustedes estan recordadno son personas mayores que tuve o tengo el gusto de conocer quincho , el buen binagera a don angel zapata con el cual en compañia de mi hermano que damos atrapados dos dis en isla aguada por un mal tiempo despues de jugar contra isla aguada

    saludos a todos de parte de Eddie Diaz Romellon el 14 de julio es el decimo aniversario del almirante

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  6. Un gran idolo jugando en Culiacán pero sobre todo un caballero como persona yo soy de LOS Mochis y tuve la suerte de verlo jugar nunca lo quisimos porque siempre nos ganaban con sus homeruns pero siempre lo admiramos y respetamos por su sencillez... Este 2014 tomateros cumple 50 años y anunciaron que van a invitar a sus grandes idolos y claro que es imposible no mencionar al GRAN ALMIRANTE NELSON BARRERA ROMELLON

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